Señalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...
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JungKook
Observo con una sonrisa el cómo HyeJin mece a nuestro bebé por la habitación mientras le hace cariños con una sonrisa amplia en su rostro.
Amo verla feliz. Amo verlos junto a mi.
Han pasado sólo algunos días, cuando mucho una semana desde que están aquí conmigo.
— Eres lo más hermoso de mi mundo mi pequeño príncipe. — murmura hacia nuestro pequeño para acercarse y darle un beso en su frente.
Amplío mi sonrisa y parpadeo un par de veces para luego levantarme del sillón del salón, me acerco a ella y poso mi mano en su hombro.
— Deberían ir a descansar hermosa. — doy un beso a su cabeza y ella se da la vuelta para mirarme.
— ¿Quieres venir con nosotros? — me pregunta suavemente y yo le sonrío.
— En lo que termine con el general voy con ustedes. — le digo suave para luego acercarme y darle un beso en los labios.
— Entonces te esperamos... no tardes demasiado. — con su tono dulce vuelve a indicarme y le asiento seguro, recibo un beso de su parte y luego se dirige hacia las escaleras para caminar hacia la habitación.
Parpadeo un par de veces más y resoplo volviéndome serio nuevamente. Emprendo camino hacia el despacho y allí entro para encontrarme con el general. Él hace una reverencia y luego espera a que llegue al asiento detrás del escritorio.
— ¿Aún no hay noticias de la Duquesa? — pregunto hacia el caballero superior que niega ante mí pregunta.
— Aún no recibimos información, Su Majestad. — informa seguro y asiento un poco preocupado.
Le he dicho a HyeJin que KyungSoon está visitando a su hija en otro lugar que es un poco lejano, pero en realidad KyungSoon no ha regresado de Niza desde que HyeJin y yo nos vinimos a Vabsavai, y me preocupa el hecho de no tener ninguna información.
— No quiero desatar una guerra, no ahora que HyeJin y mi hijo están aquí... — suspiro subiendo los codos al escritorio y colocando mis manos entrelazadas frente a mis labios.— pero si no sabemos de ella nos veremos obligados a ir por la fuerza y eso es lo que no quiero.
El general asiente y se ve igual de pensativo.
— Esperaremos al grupo de guerreros que fueron a Niza ayer, de ellos depende nuestra próximas decisiones. — le asiento y sigo pensando en ello.
— Esta bien... Gracias, puedes retirarte JongIn. — él hace una reverencia y camina para retirarse de la habitación.
No quiero preocupar a HyeJin, no ahora que está tan feliz. Y aunque no quiera separarme de ellos, si se llega a los extremos de llegar a una guerra tendré que enviarlos a un lugar seguro. Cosa que espero que no pase, y por eso estoy haciendo todo de buena manera.
