Señalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...
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"El Regreso del Rey"
Parte I
~*~
HyeJin
Tomo a mi bebé en brazos cuando la noche es más oscura, lo acuesto en mi pecho dentro de una sábana que sirve de soporte para el camino. No pienso quedarme aquí un minuto más, y nadie se tomará el derecho de quitarme a mi hijo.
Abro la puerta cuando estoy preparada y no veo a nadie rondando por el pasillo, así que salgo con cuidado mientras mantengo el bolso colgando de mi hombro y la canasta la llevo en mis manos. Visto el uniforme que JinEun hizo para mí ha un tiempo atrás, hoy necesitaba estar lo más cómoda posible.
A pasos lentos y tratando de no hacer ruido llego a las escaleras de aquel pasadizo por donde una vez JungKook me sacó para nuestras aventuras. Bajo hasta llegar a la salida trasera del castillo y veo a unos guardias subir por las escaleras que conducen a las mazmorras del castillo. Me escondo detrás de uno de los pilares y evito que me vean, con mis manos aprieto suave a mi hijo contra mi pecho y salgo de allí cuando los guardias ya no están.
Bajo las escaleras de las mazmorras y hago el intento de no escuchar los lamentos y simplemente huir de allí. Miro a todos lados cuando no veo el barco pequeño que JungKook usó aquel día. Suspiro viendo como uno se acerca en el agua, así que asustada camino hacia atrás y no consigo donde escondernos, sin más opción abro la puerta de madera detrás de mí y me meto dentro de esa asquerosa mazmorra. Por suerte está vacía.
Aprieto a mi bebé a mi pecho otra vez para darle algo de calor y luego de un rato salgo para tomar el barco que los guardias habían dejado a la orilla. Acomodo la canasta y allí acuesto a mi bebé para arropar su cuerpecito con la manta cálida. Subo la canasta al barco y luego entro yo para sentarme y tomar los remos, sin pasar mucho tiempo más, llevo el barco al agua una vez más.
Pasados unos minutos estoy demasiado lejos de la orilla y el castillo es del tamaño de mi palma desde mi posición actual.
Siento miedo en mi pecho, mi corazón acelerado lo dice claramente. No llevo muchas provisiones, pero espero que me alcancen hasta llegar a algún pueblo cercano y pueda comprar algo más con el dinero que llevo.
