Señalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...
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Jungkook
Ella es simplemente hermosa ¿Cómo podría lidiar con la presión de que nos descubran? ¿De qué descubran lo que siento por ella?
Es algo inútil pensar en preguntas sin respuestas, eso me lo repito como un bucle en mi mente para dejar de darle vueltas y seguir amándola como se merece. Así sea a escondidas del mundo.
La Reina lo notó. Los reyes de Niza también lo notarán.
Suspiro mojando mi cabello con mis manos en la laguna, estoy a un lado de la cascada disfrutando del agua mientras me baño completamente.
HyeJin permanece dormida, luego de la noche de ayer debe estar muy agotada.
— Ah~ — un suspiro sale de mis labios y la imagen mental aparece.
Mi mano acariciaba su costado desnudo, pasando mis nudillos por su cadera y su muslo blanquecino sobre mí cadera. Sonrío inmediatamente al recordar cuando nos besábamos por largo tiempo mientras su mano delicada acariciaba mi pecho y mi mano tomaba su muslo para subirlo más y apegarla a mi cuerpo. Tenerla junto a mí es lo mejor, y más luego de hacer el amor varias veces.
— ¿Jungkook? — pregunta su voz aguda luego de salir al exterior.
Le sonrío cuando capta mi presencia y me acerco a la orilla frente a sus pies descalzos sobre el césped. Miro hacia arriba y ella me sonríe al agacharse para estar más cerca de mí. Me levanto con mis manos apoyadas a la orilla y le robo un beso mientras mi cuerpo gotea deliberadamente.
— Hola hermosa. — susurro en sus labios provocándole una sonrisa tímida y unas mejillas sonrojadas.
— ¿Porqué estás aquí? — pregunta ella entre risitas tímidas mientras sus manos van a mis mejillas.
Me siento hipnotizado por ella, por sus ojos, por su sonrisa, por su piel, por su pureza arrebatada. Y me siento preso.
Le robé la inocencia a este precioso ángel.
Lo peor es que no me arrepiento.
— Vine a darme un baño, y tu aún dormías amor. — murmuro y ella se echa para atrás cuando me siento en la orilla dándole la espalda.
Sonrío prediciendo lo que ella haría a continuación. Sus delicados brazos me rodean los hombros y sus labios besan mi mejilla.
— Te amo ¿Lo sabes? — pregunta bajito en mi oído y yo no evito soltar una risita. Me siento tan bien con esto.
— Lo sé. — digo para jugar con su paciencia. Y como lo pienso ella me da un golpe en el pecho y me hace reír. Me giro a un lado y la miro sonriente.— También te amo Hye. — recibo su beso en mis labios y sonrío por ese amor tan hermoso que sigue creciendo en mi pecho.
