Señalado desde niño como un ser extraño y viviendo su día a día esforzándose para ser el mejor entre los guerreros del reino, JungKook estará dispuesto hacerles frente a todos. Él está consciente de su extraña apariencia pero aún así seguirá su prop...
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JungKook
Leo de nuevo las primeras palabras de esa hermosa carta que me hizo no dejar de sonreír mientras la leía, con la yema de mis dedos toco cada trazo de tinta porque sé que cada una de esas palabras hechas por su puño y letra llevan consigo un gran significado para mi.
Me levanto de la cama y doblo la carta con suavidad para meterla en el sobre con delicadeza. Es el tesoro más valioso que llevo conmigo ahora y no quiero que se arruine. Camino hacia el pasillo en búsqueda de la Reina y en el paso me detengo a ver a Taehyung, pero está totalmente dormido y prefiero no molestarlo, ya luego le agradeceré por traerme esta carta de mi amada.
"...Nuestro bebé crece día tras día, es inevitable para mi pensar cuándo será el momento en que podamos estar juntos y así puedas hablarle como yo lo hago"
Sonrío suave con melancolía y me apresuro en llegar al despacho para abrir la puerta y encontrarme no sólo con la Reina, sino que también tiene compañía.
— Oh estás aquí. — dice con sorpresa en un murmullo e intercambio mirada con ella hasta que mis ojos se dirigen a unos color castaño que me ven impresionados.— estaba por mandar a llamarte. — doy dos pasos al frente sin dejar de ver los ojos castaños y él, quien es mayor que yo también lo hace, pero nos detenemos al estar a un metro de distancia.
— Supongo que es usted LeeHyun ¿No es así? — me dirijo de manera informal y lo veo asentir una vez, con seriedad en sus ojos.
— El mismo. — responde.— y yo supongo que tu eres Jeon JungKook... — asiento lentamente.
— ¿Viene aquí porque desea hablar conmigo? — cruzo mis brazos y no me voy con rodeos. Siempre he sido directo con este tipo de temas, y lo que menos quiero ahora es más cabos sueltos.
— Sí. — asiente con la misma certeza de mi tono y yo lo imito aún con mis brazos cruzados.
— Antes que nada quiero preguntarle algo... — ambos mayores fruncen el ceño y yo continúo luego de variar la mirada en ambos.— ¿Por qué no peleó por el amor de mi progenitora? — al decirlo no me percato de la manera tan neutra que se lo dije, por lo que alzo una ceja esperando que responda rápido.— ¿Por qué esperó a que ese hombre la asesinara para llorarle... y decir que la amaba?
— JungKook... — la Reina susurra con reproche suave y avergonzado, yo le doy una mirada tranquila
— No, tranquila, no se preocupe que estoy bien, solo quiero saber. — le aclaro y él traga fuerte.
— ¿Cómo te sentías cuando te enamoraste de la Princesa, de tu superior? — cuando voy a negar que ambas situaciones se parezcan, él continúa.— Escucha, no lo estoy poniendo como excusa, al igual que tu yo me sentía nada siendo el simple hijastro del Rey de Urem, y cuando él falleció sin tener heredero yo me quedé al mando por herencia, más no por vínculo... no era nadie para tu madre antes de ser rey, y con ese dictador al mando no iba a poder estar con ella...
