Doctora Bloom || Hannibal.

24

Elegí un vestido simple pero elegante para la ocasión, hoy sería la cena especial de Hannibal, algo que me preocupaba mas de lo que debería preocuparme. La irritante voz que estaba fastidiandome desde la tarde sonó detrás de mi.

—¿Estás lista, querida? — preguntó Chilton acercándose a mí con su característico bastón.

—¿Debería estarlo?

— Hoy vamos a descubrir si tu novio es un canibal asesino o Will Graham sigue delirando producto de su encefalitis.

—¿Tienes que venir conmigo?

— Si — contestó otra voz, Jack — los tres tenemos que llegar juntos, no es una simple fiesta, estamos intentando investigar a un posible sospechoso de asesino.

—¿No será un poco sospechoso que lleguemos los tres juntos?

Jack negó — Ustedes dos van a entrar juntos, unos minutos antes que yo, después cuando sea mi momento voy a entrar, saludar cordialmente a Hannibal y voy a excusarme de que no me siento muy bien. Entonces le voy a pedir que me guarde algunos bocadillos para llevar y comer en mi casa.

— Bocadillos que irán directamente a investigación — completó Chilton — encárgate que tengan carne, mucha carne.

Rodé los ojos, no quería soportar más esto. Acomodé mi vestido y los tres subimos al auto, en dónde Jack conducía, pronto llegamos a la mansión de Hannibal, estaba iluminada y la música se escuchaba desde afuera.

— Ustedes bajen, yo esperaré unos diez minutos para entrar.

Chilton bajó y me ofreció cortésmente su brazo, lo odiaba.

— Esto no es necesario, es provocación, sabes que Hannibal y yo estamos...

—¿Son pareja?

La realidad era que no, no éramos una pareja formal. ¿Y que?

— Entonces nada puede molestarle, deja de ser tan orgullosa y toma mi brazo que es descortés dejar a un caballero con el brazo extendido.

Hice lo que me dijo, a desgana, y ambos caminamos dentro de la mansión. El ambiente era totalmente festivo, habían muchas personas, músicos tocando distintos instrumentos y sobre todo mucha, pero mucha comida.
Visualice a Hannibal junto a Alana hablando con algunas personas más.

Solté a Chilton y caminé directo a ellos, creo que él no entendía el concepto de disimular.

— Astrid, luces exquisita, como siempre— Hannibal tomó mi mano y la besó suavemente, Alana nos veía con una media sonrisa — Aunque, ¿Debería preguntarte por qué entraste con Frederick Chilton?

Ahí estaba, a Hannibal Lecter no se le escapa a ni siquiera un detalle. Ese era el problema.

— Nos encontramos afuera y entramos juntos, eso es todo — pensé una excusa rápida que pareció convencerlo, tomó una copa de champagne y me la extendió. — Creo que te luciste con esta fiesta.

—¿Que puedo decirte? Debería ser un pecado tener una casa tan enorme como esta y no celebrar de vez en cuando con mis amigos. ¿Quieres comer algo? — preguntó — lo preparé todo yo, o bueno, con un poco de ayuda.

Miré de reojo a Chilton, que caminaba y recorría el lugar.

— Claro, tomaré algo para comer luego. Se nota que trabajaste duro.

— Esa es la respuesta que quería oír, ¿Bailamos?

Fue más rápido que yo y cuando la orquesta comenzó a tocar una melodía lenta, tomó mi cintura y bailamos al compas de la música, sonreí sintiéndome completa con él. Puso sus labios cerca de mi oído y habló.

— Si te viera todos los días, Astrid, recordaría este momento para siempre.

Suspiré ante sus palabras, él sabía como desestabilizar a una mujer. Bailamos muy cerca del otro hasta que la melodía acabó mientras algunos ojos nos inspeccionaban con curiosidad.

— Mira quién viene — dijo señalando a Jack, así que sin despegarse de mi, con su mano en mi cintura nos acercamos a él — Jack, gracias por invitar mi invitación, de hecho, eres mi invitado de honor. Tú me salvaste

Jack sonrió, pero yo sabía que no podía ocultar el disgusto ante toda la situación. Lo que estaba pasando era desagradable, tener que mentirle a Hannibal lo era.

— Solo pasaba a saludar, me encantaría quedarme más tiempo pero mi esposa se siente indispuesta — habló mirando a su alrededor — pero si no te molesta, me gustaría probar algo de comida, ¿Crees que pueda llevar algo?

Miré atenta la expresión de Hannibal, y ví algo que no quería ver, se notaba un poco aturdido, pero finalmente solo sonrió de lado y asintió.

— Por supuesto, puedes llevarte lo que quieras, hay suficiente comida. Saluda a Bella por mí, espero que se sienta mejor.

Jack me dió una mirada discreta y los mozos se acercaron y guardaron una selección de los bocadillos para él.

— Que terminen muy bien la noche, me hubiera encantado quedarme.

Jack se fue y Hannibal lo siguió con la mirada hasta que desapareció, después volvió a mirarme.

— Que extraño, ¿No crees? Espero que no se haya sentido incómodo con la presencia de tantas personas.

— Por supuesto que no — sonreí tranquilizandolo, sabía que Hannibal sentía aprecio por Jack — ¿Por qué debería sentirse incómodo?

Se quedó unos segundos pensando y luego sonrió.

—Como sea ¿Me esperas aquí? Voy a saludar a algunas personas que acaban de llegar.

— Por supuesto — sonreí — no voy a moverme de este lugar.

Hannibal depósito un suave beso en la comisura de mis labios y caminó en dirección a los invitados recién llegados. Sentí la presencia de Chilton detrás de mi.

— Roscas de prosciuto, tartar de corazón, rollos de filete — levantó un bocadillo con desagrado — y lo que sea que sea esto. Cómo es obvio... Yo no comeré esta comida. Hannibal el canibal, que maravilloso juego de palabras.

Sonreí con disimulo, ya que el hombre a mi lado era muy poco disimulado — Ni siquiera sabemos si lo que dice Will es cierto, deja de molestar. Cumple con tu parte y pasa desapercibido, Jack ya cumplió con la suya.

En verdad, solo quería quitarmelo de encima y quitarle esa estúpida sonrisa de su rostro demostrandole que Hannibal no servía carne humana y que todo era una estúpida confusión.

— No deberían verme contigo, ¿Sabes? — mantuve mi sonrisa falsa

— No quiero que me perciban como la amenaza. Yo disfrutaría de Hannibal durante esta noche, quizás mañana esté en una celda.

Me dejó sola nuevamente, sostuve la copa de champagne y tomé el contenido. No quería pensar en eso.