Doctora Bloom || Hannibal.

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Caminé hacia el hospital algo apurada, hoy habíamos descubierto una nueva pista gracias a Chilton quién en su lecho prácticamente de muerte admitió que había visto a una mujer cuando el dragón lo secuestró, y las características físicas y otras variantes hicieron que el FBI de con ella.

Aparentemente el dragón fue descubierto por una mujer, con quién en su cotidianidad mantenia una relación amorosa, y por miedo prendió fuego la casa, de modo que deshacerse de ella no sea tan doloroso.

Aún más grande fue mi sorpresa cuando me enteré que esa mujer no era nada más ni nada menos que Reba, mi amiga. Me sentí inmediatamente pésima, ella me había hablado sobre este hombre con el que estaba saliendo, descuide nuestra amistad por mis propios asuntos y ahora ella estaba herida y podría incluso haber muerto.

— Reba... — murmuré entrando a su habitación, ella soltó un suspiro al escuchar mi voz.

— Astrid, estás aquí.

Me acerqué a la cama y la abracé con cuidado, al menos no tenía heridas físicas, pero su mirada estaba tan perdida, estaba tan triste.

— Me siento una tonta. — habló después de unos minutos con la voz rota — yo sé que él me quería, se que lo hacía. Se disparó, se mató frente a mi y yo nunca me sentí tan inservible..

Hizo una pausa y yo la miré con suspicacia. ¿El dragón se había disparado a si mismo? ¿Habia muerto? Pensé unos momentos hasta que ella me interrumpió.

— Me agaché y lo busque y ahí sentí con mis manos su cuerpo inerte — apretó los labios — nunca me sentí tan humillada por ser ciega, ¿Sabes? Y tú me conoces Astrid, yo intento vivir mi condición con la mayor positividad posible.

La detuve antes de que pudiera decir algo más  — Nada de esto es tu culpa, nada. Él te engañó y te dibujo una historia para ocultar quién realmente es.

— No sé cómo sobreviví — dijo mirando a un punto fijo, yo apreté su mano en señal de apoyo — Por un momento tuve miedo, muchas veces pase por situaciones así y sali ilesa, pero esta vez sentí otra cosa.. y ahora siento esta maldita culpa porque mi cerebro no puede parar de repetir el ruido del disparo.

No dije nada más, me quedé con ella un rato más transmitiendole mi confianza, estaba asustada y además de eso ya había tenido a más de cinco agentes del FBI, incluyendo a Jack, haciéndole preguntas sobre todo. Necesitaba respirar, necesitaba un alivio.

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Sali de la habitación de Reba cuando terminó el horario oficial de visitas, afuera me encontré con Will.

— Alana me contó que ustedes dos eran amigas — asentí — ¿Cómo está ella?

— Asustada y en un estado de shock, no para de repetir las mismas palabras. Es un momento sensible.

— Hablaré con ella en la próxima visita, voy a intentar transmitirle algo de confianza. — hizo una pausa y me miró — ¿Qué dice?

Suspiré y lo miré seria — Según ella el dragón está muerto, se suicidó, se disparó. Pero yo no sé que pensar para ser franca, Reba pudo haber tocado el cuerpo de Chilton, él pudo haberle hecho creer que estaba muerto mientras que no. Es claro que ese hijo de puta se aprovechó de la condición de Reba. — lo último lo expresé con rabia.

— Pienso exactamente lo mismo que tu, pero hasta el momento Reba es la única pista que tenemos y por lo tanto debemos confiar en su palaba.

Era cierto, no conocíamos a nadie que haya tenido una interacción con este asesino en persona, pero ahora sí, y Reba aseguraba que él se había suicidado.

— Y si el dragón realmente está muerto...

El asintió, entendiendo a qué me refería.

— Sería el fin de esto, no tendríamos que preocuparnos más por el caso y todos podríamos volver a nuestra rutina habitual.

Pensarlo parecía demasiado bueno para ser real. Pero ninguno estaba un 100% convencido de que la muerte del dragón sea una confirmación, era un asesino inteligente, ¿Por qué iba a suicidarse?