Doctora Bloom || Hannibal.

70

— No quiero saber cómo conseguiste un auto de la policía.

Había llegado el día del escape, desde la noche en que Dollarhyde me visitó estuve intentando ignorar a todos, incluyendo a mi hermana y a Will. Me sentía en peligro y tenía que proteger a mi hija de todo esto.

— Si sigues hablando correrás el mismo destino que las víctimas — siseó — Te traje aquí porque necesito que me guíes, no para que des tu opinión.

Condujo por la carretera, estire mi cuello cuando ví la camioneta negra guiada por varios móviles policiales — Ahí están — murmuré.

Dollarhyde no perdió el tiempo y aceleró, rodeando la camioneta, al mismo tiempo activó la sirena. Me aferré al asiento, sabía que esto no iba a ser precisamente amable. Sacó una pistola y le disparó a todos los policías que pudo, sin piedad. Agaché mi cabeza por miedo a que algún disparo recaiga sobre mi.

Cuando logró dispararle a prácticamente todos los oficiales que rodeaban la camioneta, la atravesó con el auto haciendo que choque. El impacto fue escandaloso, mi cabeza se golpeó contra la ventana y caí sobre el frío asfalto. Mareada, y con la mirada borrosa ví como Dollarhyde se bajaba del auto y se dirigia hacia la puerta de la camioneta donde deberían estar Hannibal y Will, abrió la celda y se alejó.

Cómo pude, me oculte detrás de uno de los móviles oficiales que habían volcado y ví como se subió al auto y se fue, no entendía nada. Mi cabeza era un desastre. ¿Entonces no mató ni a Hannibal, ni a Will, simplemente lo liberó y escapó? ¿Que es lo que quería?

Esto no tenía ningún tipo de sentido, el objetivo era atrapar a Hannibal y matarlo. Lo atrapó, pero no lo mató, en realidad hizo todo lo opuesto.

Me puse la mano en la frente, el golpe me había causado una contusión que tenía sangre, iba a quejarme pero vi como Hannibal salió de la camioneta y se quitó la máscara de contención de su boca. Unos minutos después ví salir a Will, golpeado también y aturdido por el golpe.

Sali de mi escondite y caminé hacia ellos, los ojos de Hannibal se abrieron en sorpresa, igual los de Will, estaba seguro que ambos sabían que no iba a participar de esta misión. Hannibal se acercó velozmente y me tomó en sus brazos, elevandome un poco del suelo.

— ¿Que haces aquí? — miró a Will con algo muy parecido al fastidio — Pensé que ella no iba a participar.

— No iba a hacerlo — contestó Will confundido.

—  Es una larga historia — respiré con pesadez — que incluye a Dollarhyde. Él sabía todo, pero no entiendo, ¿Qué pasó?

Will iba a contestar pero Hannibal se adelantó y me soltó.

— No va a matarnos aquí. Lo que él quiere hacer requiere de un lugar con algo más de privacidad. — se dirigió a mi — Pronto la noticia va a transcurrir y van a llegar refuerzos. Querida, es importante que te mantengas lejos de esto. No puedo cuidar a la niña — susurró — tu debes hacerlo.

Luego de decir eso, caminó con libertad hacia uno de los móviles policiales, el piloto estaba inconsciente así que simplemente lo tomo del uniforme y lo lanzó al suelo.

—¿Que hace? — preguntó Will a mi lado.

A todo esto, Hannibal se subió al auto y condujo hacia donde estábamos nosotros. Abrió la puerta del copiloto y lanzó al suelo al otro policía inconsciente.

— Tu vas a venir, no voy a arriesgarte — me miró y guiño el ojo con encanto, luego se dirigió a Will — ¿Que dices, terminamos con esto a mi manera?

🔍

La noche había caído en el medio de la carretera, que ahora era una escena del crímen por la cantidad de policías que habían muerto. Alana y Jack estaban aquí.

— No entiendo por qué no nos dijiste nada sobre que Dollarhyde te había amenazando — habló Jack con enojo — Eso hubiera cambiado muchas cosas, podríamos haber traído resfuerzos antes y...

Lo detuve — No fue tan fácil Jack, tengo una hija de tres años, y él amenazó con matarla si yo hablaba. Si hay una culpable de esto, no soy yo.

Alana decidió intervenir.

— Esto fue una mala idea y hay que asumir culpas, pero no es el momento. No ahora. — me miró — ¿Entonces Hannibal y Will se fueron en un móvil policial? ¿Sabes exactamente a dónde?

No, negué, lo cierto es que no lo sabía. Y simplemente no tuve la intención de saberlo, solo ellos dos podían arreglar esto.

Jack maldijo por lo bajo, yo realmente entendía su preocupación. Ahora mismo estaba pensando que Will les tendió una trampa para escapar con Hannibal y la idea principal de matar al dragón y luego matar a Hannibal había quedado en la mismísima nada.

— Vamos a intentar ubicarlos rastreando el móvil policial que se llevaron — dijo en voz baja. Pero no había nada, no había veracidad, solo eran palabras llenas de titubeo.

Y muy en el fondo, yo estaba preocupada por el paradero de Will y Hannibal.