Alana era mi hermana mayor, en realidad, era la única que tenía. Era una psiquiatra reconocida en Baltimore por su trabajo en el FBI, ella me había inspirado a estudiar lo mismo, era mi más grande inspiración.
— Estas son las fotos del crímen — me tendió unas fotografías — Pude sacar unas copias para ti.
Miré las fotografías, los ojos de Iris estaban abiertos con horror, su cuerpo estaba posicionado de una manera que parecía un cuadro de Boticelli. A pesar del horror, la palidez, había un detalle que me sorprendió.
—¿Qué pasó con su cuello?
Fue inevitable notar que faltaba un trozo de su cuello.
Mi hermana suspiró — El asesino tenía que mostrar una señal de crueldad, y así fue. Al parecer la ahorcó y luego despedazó un trozo de su cuello.
Miré con un poco de horror la fotografía pensando en lo que la pobre Iris tuvo que pasar.
—¿Entonces es una especie de vampiro o algo así?
— No lo sabemos, lo único que notamos es que el asesino trabajó tan minuciosamente de tal manera que no hay rastros de él. Ni una huella digital, ni una pisada, nada.
— Oí que están haciendo pericias en la universidad.
— A todos los que trabajan ahí, incluyendo a los estudiantes que eran cercanos a Iris. — me miró unos segundos — ¿Estás preocupada?
Negué.
— Dejé de lado la preocupación, sé que papá y mamá sufren, pero yo necesito estar fuerte y afrontar la situación.
Alana sonrió —¿Cómo están las terapias con Hannibal, te está ayudando?
Suspiré pensando en Hannibal, y vaya que me estaba ayudando.
— El es un gran terapeuta, siempre tiene la palabra justa y me hace sentir bien incluso cuando mi cabeza está llena de dudas.
Alana tomó mi mano y la acarició con dulzura.
— No te dejaría a manos de otra persona que no sea Hannibal, sabes cuánto confío en él desde siempre.
La miré con algo de duda — ¿Puedo preguntarte algo?
Ella rodó los ojos — Ya sé lo que me vas a preguntar y la respuesta es no, ya no siento cosas por Hannibal.
—¿En serio? Digo, él es increíble y un gran psiquiatra, casi como tú — alabé — digo, no me importaría si algo entre ustedes pasara, él es genial.
Alana se levantó y comenzó a ordenar las fotografías que estaban esparcidas sobre la mesa.
— Si, él es genial, muy inteligente y cocina como los dioses, ¿Aún no te invitó a cenar? — preguntó y yo negué — posiblemente pronto lo haga, y entenderás de qué te hablo. Todo es sutileza. Pero ya no siento lo que sentía antes por él.
Sabía que Alana había estado muy enamorada de Hannibal, especialmente cuando se convirtió en su mentor.
— Ahora tenemos que hablar de algo serio — suspiró — no sé si papá y mamá estarán de acuerdo, pero quiero enseñarte a usar un arma.
La miré alarmada, ¿Usar un arma? ¿De que estaba hablando?
— ¿Cómo, por qué? ¿Insinuas que lleve una arma a la universidad? — pregunté sin entender nada — ¿Acaso quieres que piensen que yo soy la asesina?
— No me refiero a eso, no quiero que vayas armada a la universidad — respiró hondo mientras se sentaba a mi lado — pero quién sabe, además, en unos pocos meses terminas tus estudios y tendrás que enfrentarte a la vida de trabajar psiquiatra. Yo trabajo en el FBI, trabajo con la mente de asesinos en serie peligrosos, sé cómo usar un arma, pero nunca tuve que usarla.
—¿Entonces lo ves como un conocimiento útil para mí futuro?
Asintió — Definitivamente, eres mi hermana menor y mi deber ahora mismo es protegerte y transmitirle todo lo que sé. ¿Entiendes?
— Entonces me parece una buena idea. Confío en tí.
Alana sonrió y se acercó a mi, ambas nos abrazamos por un momento.
— Alana, ¿Crees que pueda quedarme con las fotografías de Iris?
Me miró desconfiada — No lo sé cariño, no quiero involucrarte más en todo esto. No es bueno que conserves esas fotografías.
— Por favor, no tengo en realidad una explicación para conservarlas, pero siento que me haría bien, ¿Sabes?
— Está bien, si eso es lo que quieres, quédate con las copias. Pero por favor, no te involucres tanto en esto, ¿Si?
No se lo podía prometer, no ahora, no después de todo lo que había meditado en los últimos días y lo que había hablado con Hannibal.
— Sí, está bien.
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Doctora Bloom || Hannibal.
Fiksi PenggemarAstrid Bloom, una ingenua estudiante de psicología, ve su vida trastornada cuando su universidad se ve sacudida por una misteriosa ola de homicidios de mujeres. Temiendo ser la próxima víctima, busca refugio en los brazos de Hannibal Lecter, su psiq...