— ¿Sabes lo que haces? — cuestionó mi hermana mientras adhería a mi blusa la tarjeta de visitante. — Recuerda, dile lo que te dije pero no hables de más, no necesita más información que la que vas a propinarle.
— Lo recuerdo perfectamente.
— Al pie de la letra, no lo olvides.
Convencer a Hannibal de que participe de una misión suicida no iba a ser tarea fácil, usualmente sería Alana quien lo convenza, pero como sus modos no son los mejores Will decidió que sea yo la que le haga la preposición formal.
Caminé hasta la celda de Hannibal con algo de nerviosismo, a pesar de las cartas que me envió este era el primero encuentro forma luego de que se enterara que Ruby era su hija. Entré y lo ví parado enfrente de la habitación vacía, no había libros, no había mesa de dibujo, no había nada. Era la nada misma.
— Astrid — sonrió de lado mirándome de arriba a abajo — Tenía un presentimiento de que este día me sorprendiera, pero no me imaginé tu visita.
— ¿Cómo has estado, Hannibal?
— Creí haber sido claro en mis cartas, cualquier sociedad racional me hubiera matado o me hubiera devuelto mis libros. — sus ojos estaban fijos en mi — Sorprendeme, querida, ¿Que te trae por aquí? ¿Está todo bien allí afuera?
Suspiré preparándome mentalmente, repasé de memoria el guión que me había pasado Alana.
— Hay un trato para ti.
—¿Un trato? ¿Un trato con quién?
— Un trato con el FBI.
Me miró confundido — ¿Por qué no me dijo esto Alana, o incluso Jack?
Claro, era muy obvia su pregunta.
— Alana y Jack pensaron que si alguno de ellos te lo pedía, ibas a fastidiarlos.
Sus labios esbozaron una sonrisa irónica — Tienen razón, y por eso te envían a ti, ¿Verdad? Utilizando el chantaje emocional con la pequeña Bloom, que bajo cayeron.
Evite sus palabras y solté la revelación — El Gran dragón rojo fingió su muerte.
— Lo felicito — contestó tajante, esperando que agregue algo más.
Comencé a relajar el plan.
— Jack planea fingir tu evasión, mi hermana te soltaría bajo la custodia de la policía y él te utilizaría como cebo para atrapar al dragón.
Dejó de mirarme y empezó a caminar por la habitación, esperé una respuesta.
—¿Fue idea de Will, verdad?
No se perdía de ningún detalle, era increíble. Asentí levemente y el rió irónicamente.
— Claro, porque las ideas de Will fueron un éxito con Chilton — se detuvo — Por cierto, si lo ves, dile que le deseo una... Breve convalecencia.
Suspiré y me acerqué al vidrio apoyando mi mano en él.
— Si colaboras en la captura, tendrás tus libros, tus dibujos y tu cocina. Volverán todos tus privilegios.
Lo meditó por un momento para negar.
— No es suficiente. Quiero ver a mi hija dos veces a la semana — mis ojos se abrieron con sorpresa pero él continuó hablando — y quiero que con mi dinero te asegures de darle la mejor educación cuando crezca, y que tenga todo lo que necesita.
Suspiré — Alana jamás aceptaría eso...
— Astrid, tú eres la madre, no Alana — me interrumpió tajante.
Me aparté del vidrio y mordí mis labios con inquietud — Bien, me encargaré de hacer que Ruby te vea, le guste o no le guste a mi hermana.
Asintió y me miró.
— Entonces, ¿Vas a confiarle mi bienestar a Will?
— De la misma forma que te confío su bienestar a ti.
—¿Y también me confías el bienestar de Alana? — preguntó inquisidoramente — Si escapo de todo este circo que planean será la primera persona a la que mate.
Lo miré seria, no me gustaban ese tipo de bromas, aunque al tratarse de Hannibal, no sabías cuando bromeaba y cuando no.
— No lo harás, sabes que vas a terminar perdiendo.
Él me sonrió y se acercó al vidrio.
— Una cosa más, espero que le confíes a Jack, Alana y Will que acepto esto pero que estoy un poco vacilante al respecto. — lo miré afligida.
—¿Que más quieres para estar convencido totalmente?
Sonrió de lado, había algo más, algo que deseaba para dejarse caer en los brazos— Bueno, teniendo en cuenta que la cabeza de esta idea fue nada mas ni nada menos que Will, me gustaría que él venga y me lo pida.
¿Qué?
— Y lo apreciaría más si me lo pide por favor. — agregó maliciosamente.
ESTÁS LEYENDO
Doctora Bloom || Hannibal.
FanfictionAstrid Bloom, una ingenua estudiante de psicología, ve su vida trastornada cuando su universidad se ve sacudida por una misteriosa ola de homicidios de mujeres. Temiendo ser la próxima víctima, busca refugio en los brazos de Hannibal Lecter, su psiq...