Contra todo pronóstico y a pesar del sentimiento de Clary de que algo saldría mal, el grupo volvió completo y victorioso. La chica respiró aliviada cuando vio entrar a su padre por las puertas de Alexandria y corrió a él olvidándose de todas las discusiones solo sintiéndose feliz de tenerlo de vuelta. Aún con la alegro de haber logrado su cometido, algo había pasado que tenía a Maggie y Carol preocupadas y pensativas, no importaba lo mucho que la chica insistiera en saber, nadie decía nada porque sabían que nunca había estado de acuerdo con todo lo que hicieron.
- ¿Qué me dices? tú y yo... ¿Una cita? - Carl estaba parado en la puerta de su habitación mirándola leer unos libros que Eugene le había prestado unos días después de que todo volviera a la normalidad.
- Papá no va a dejar que salgamos solos de Alexandria y lo sabes. - le respondió levantando la vista para sonreírle. - Y no se si quiero tener una cita donde todos estén mirando.
- Solo dime si quieres y te prometo que me ocuparé de todo - le dijo sin perder la sonrisa.
- Será todo un placer Grimes - le dijo poniéndose de pie para acercarse a él y abrazarlo, Carl buscó sus labios para besarla y la apretó más contra su cuerpo.
- No deberían hacer eso aquí o van a hacer que cierto cazador enloquezca - la voz de Michonne los sorprendió y ambos se separaron con las mejillas enrojecidas. - Solo digo - les guiño un ojo y bajó las escaleras con Judith en brazos.
- Está noche Dixon - le susurró Carl al oído - No te duermas, vendré a buscarte. - ella lo miró interrogante pero aún así asintió y dejó un beso en sus labios antes de volver a su mesa con los libros.
Clary apenas podía contenerse pues aunque trato de mantenerse ocupada, no podía negar que estaba intrigada por lo que Carl planeaba para esa noche y nada de lo que pudiera hacer lograba sacar esos pensamientos de su cabeza.
- ¿Estás escuchando? - le preguntó Eugene mientras trataba de explicarle cómo se fabricaban balas.
- Lo siento... creo que no es un buen día para mí. ¿Te importa si lo dejamos para mañana? - le preguntó haciendo una mueca de disculpa.
- ¿Que si estoy de acuerdo en que desperdicies valioso tiempo con lo que seguramente son los por menores de la adolescencia? No absolutamente no. ¿tengo alternativa? De nuevo la respuesta es negativa. - le dijo el hombre haciéndola sonreír.
- ¡Eres el mejor! ¡te veré mañana! - le dijo dándole un beso en la mejilla antes de correr a su casa sin darle oportunidad de que cambiara de opinión.
- Terminaste temprano - le dijo Daryl al verla entrar y frunció el ceño al verla tan apurada. - ¿A dónde vas?
- A mí habitación - la chica apenas si se detuvo para responder y subió a su habitación dejando a su padre confundido. No tenía idea de que era lo que su novio planeaba y jamás hacía tenido una cita, esas cosas pertenecían al mundo de antes. No sabía ni que se suponía que debía ponerse y no sabía a quién recurrir pues si se lo preguntaba a Michonne, se lo diría a Rick y Rick a su papá. Lo mismo pasaba con Carol. Podia hablar con Rosita o Sasha, quizá Maggie pero sabía que todas ellas harían comentarios inapropiados y Maggie seguramente se lo diría a Daryl pues desde que estaba embarazada se había vuelto más protectora, una idea le vino a la mente y rezó por no equivocarse. Volvió a bajar las escaleras corriendo y Daryl volvió a detenerla.
- ¿A dónde vas ahora?
- Tengo... ¿Sabes dónde está Glenn? - le preguntó haciendo que el cazador frunciera el ceño.
- Supongo que en su casa - la chica suspiró y comenzó a caminar tratando de ordenar sus pensamientos. Sabía que le estaba mintiendo de nuevo a su papá pero ella estaba cansada de las reglas que solo aplicaban a ella y Carl. Queria poder ser una adolescente normal mientras la paz que vivían durara.
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Soy Una Dixon.
FanfictionEn la búsqueda de Sophia, Daryl se encontraría con Clarissa, otra pequeña niña que cambiaría su vida para siempre. Aquel frío y solitario cazador encontraría su familia sin siquiera buscarla, porque desde el momento en el que le tendió la mano a Cl...