Escapando de Palaestra

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Cuando las Inners iban a hablar con sus hijas sobre todo lo que habían ocultado, sintieron el cosmos de muchos marcianos acercándose.

—Alice... hay mucho que te tengo que explicar, y no hay tiempo para hacerlo, por ahora sólo puedo decirte que... tu padre no está muerto—Dijo Minako, tomando las manos de su hija entre las suyas.

Alice abrió los ojos de par en par mientras miraba a su madre —Reika, lo mismo aplica para ti—Rei fue interrumpida por Ami —Para ustedes tres, en realidad... No tenemos tiempo para explicárselos, Usa podrá decirles todo, pero por favor, llévense esto con ustedes—Dijo Ami, extendiendo su cetro de transformación.

Las otras dos les extendieron sus cetros de transformación a sus hijas y Usagi le extendió el cetro de transformación de Júpiter a Ryuho y a su hermana, quiénes lo tomaron con dudas evidentes en sus ojos.

—No los pierdan, por nada del mundo pierdan estos cetros—Le dijo Ami a su hija. Usa miró a las guardianas y les dijo —No podemos dejar que Marte las capture, y lo saben bien—Dijo Usagi que se llevó a las anteriores Sailor Guardianas a regañadientes.

Se encontraron con Koga en el camino, junto a un caballero que Usagi reconoció con una gran facilidad —¡Haruto! ¡Estás bien!—.

El caballero miró a la pelirrosa sorprendido —Usa ¿Qué haces aquí? Y... ¿Esa ropa?—.

Pero no había tiempo para hablar y ponerse al día, pues Usa y el resto miraron alrededor, sintiendo múltiples cosmos acercarse, para cuando menos se dieron cuenta, estaban rodeados y empezaron a querer abrirse paso entre los marcianos, pero éstos últimos no quisieron ceder.

Ante la presión, Usa declaró lo siguiente —Tienen dos minutos para organizarse bien, no podré darles más tiempo...—Y sin más, sacó su cetro y pronunció —¡Moon shield!—Y se formó un campo de fuerza luminoso alrededor de todos ellos.

Las mujeres y sus hijas empezaron una discusión un poco fuerte sobre qué debían hacer a continuación.

—Deben irse, no se preocupen por nosotras—Decía Ami mientras empujaba a Natassia lejos de ella mientras su hija lloraba.

—No podemos dejarlas, aún nos deben una explicación, y no escucharé nada a menos que me lo expliques tú, si mi padre no está muerto ¿Dónde demonios está?—Exigió saber Reika, pero Rei no podía mirar a su hija a la cara, mucho menos por la visión que había tenido...

—Reika... Sé que te debo una explicación, pero no tenemos tiempo, así que sólo escúchame, escúchennos las tres—.

Minako la corrigió —Los cinco, Ryuho, Makoto, ustedes también deben saber esto—Dijo.

Las Inners se miraron entre sí y asintieron al mismo tiempo —Reika... tu padre se llama Ikki, Ikki de Fénix—Dijo Rei.

Minako miró a Alice, quien tenía una mirada suplicante —Tú padre, Alice, es Shun de Andrómeda, como sabes, es el hermano del padre de Reika—.

Ami por su parte no miró a Natassia, sino al cielo —Y tu padre, polluelo, se llama Hyoga, Hyoga de Cisne... su madre, Ryuho, Mako, se llama Makoto Kino, Sailor Jupiter... nuestra compañera más fuerte hasta ahora...—Dijo Ami, recordando aquellos tiempos de paz con sus parejas y sus hijas, pero las sailors sabían que el tiempo se acababa y Usa se los confirmó gritándoles —Eh... ¡Apresúrense! ¡Quedan treinta segundos!—.

Rei miró a las cuatro chicas desconocidas —Sé que ustedes tienen algo que ver con esto, pero debo pedirles un favor...—Dijo Rei.

Las cuatro chicas desconocidas para ellas miraron a la Sailor Scout de Marte —Vayan al palacio de Cristal, díganle a Setsuna o a cualquiera de las chicas que tres de los cuatro planetas han caído en la oscuridad y que deben proteger a la cuarta... A cualquier costo—Dijo Rei en un tono lúgubre —Debemos evitar que el mundo caiga ante los planes de Marte... Setsuna debe saberlo—Dijo ella mirando la estrella que era su planeta.

Finalmente pasaron los treinta segundos restantes y Usa dio un salto hacia atrás, las Inners se pusieron al frente de los caballeros —Chibi-Usa, no, Usagi... llévatelas de aquí, y que no regresen por nada en el mundo—Dijo Minako con tono serio.

Las tres caballeros empezaron a reclamar, pero Usa asintió y cargó a Reika, que era quién más se resistía a irse, luego, Minako le lanzó una bolsa de viaje a Usa y luego les dio la espalda.

Geki llegó y golpeó a un Marciano en la cara —Revivamos los viejos tiempos, chicas...—Dijo éste con una sonrisa, y los caballeros de bronce miraron a su maestro.

—Maestro Geki—Geki miró a Haruto —¡Haruto!—.

Koga habló por él entonces —Ha estado encerrado todo este tiempo—.

Geki asintió, y junto a las Inners, se puso enfrente de los jóvenes caballeros —Adelántense, muchachos—Dijo el caballero de la Osa Mayor.

Usagi miró a Geki con sorpresa —¿Qué quieres decir con eso Geki?—Dijo ella.

El ex caballero de la Osa Mayor gritó —¡Váyanse! El mundo caerá si no hay personas justas que lo protejan—.

Usa abrió sus ojos como platos —Nunca olviden lo que han aprendido aquí ¡Usen su poder conjuntamente y creen un camino hacia el futuro!—Dijo Geki, y Usa empezó a derramar lágrimas sin darse cuenta.

—¡Vayan!—Les gritó Rei, formando su flecha de fuego.

—Usa, asegúrate de protegerlos bien, ellos cuentan contigo—Le dijo Rei, y Usa entendió el significado detrás de esas palabras y con las lágrimas cayendo de sus ojos, se dio la vuelta y empezó a correr en dirección contraria a la batalla sin intención de mirar atrás.

Llegaron a las afueras de Palaestra y se detuvieron un momento para que Usa, sin siquiera mirarlos de reojo, declarara —Vámonos, tenemos mucho que explicar—.

Después de que Usa pronunciará esas palabras, presenciaron impotentes cómo Palaestra era derrumbada, pero tuvieron que seguir su camino.

Usagi tenía el corazón en un puño, le dolía lo que acababa de ocurrir, pero debía seguir adelante, por su padre, por su madre, por su hermana y por su hermano...

—Por favor... Brilla intensamente ¡Mi cosmos! ¡Moon Arrow!—Exclamó la princesa, luego ella miró a Koga —Tú Cosmos es de luz, puedes ayudarme con esto—Le pidió y ambos combinaron sus cosmos de luz y señalaron el camino de salida de la derrumbada Palaestra.

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