La flecha regresa

64 3 0
                                        

Usa se encontraba en un barco, que iba de camino a la isla dónde Ikki entrenó cuando era joven... bueno, la destruida isla, más bien —De acuerdo al GPS del comunicador de Reika, ella pasó por aquí... Deberíamos llegar a la isla de la muerte pronto—Murmuró bajo para sí misma, miró hacia el atardecer en el océano, preguntándose si tenía sentido buscar a los caballeros legendarios, a los viejos amigos de su padre.

Llegó a la isla de la muerte después de un par de horas y bajó del barco —Recuerde señorita, sólo tiene una hora—Le dijo el dueño del barco, a lo que Usa asintió y sintió el Cosmos alrededor "Los encontré" pensó.

Usa se adentró en la isla y se dirigió a dónde estaba el Cosmos de la joven caballero de Sagitta.

Afortunadamente logró alcanzarla antes de que llegara a sentir el Cosmos del caballero que se encontraba ahí y la sujetó del brazo para evitar que avanzara más.

—Reika, te sugiero que no sigas adelante, a menos que estés preparada para enfrentarte al pasado—Le dijo a la caballero de Bronce, que la miró con duda y con cara de pocos amigos.

—¿Qué haces aquí y qué quieres decir con eso?—Le cuestionó y Usa sólo la miró —No puedo decirte más que esto, si estás lista para enfrentar tu pasado, entonces sigue adelante, pero si no lo estás, si aún tienes rencores que no deberías cargar... retrocede y olvida que alguna vez estuviste en esta isla—Le dijo.

La caballero miró a la pelirrosa con sorpresa, luego miró al cetro...

Lo meditó durante unos segundos y dijo —No importa lo que tenga que enfrentar, lo haré si con ello puedo recuperar a mi madre...—Dijo Reika decidida.

Usa soltó a la caballero, no sin antes decir —Tienes una hora, o el barco se irá sin ti—La caballero asintió y avanzó, siguiendo al cetro de su madre "Mamá... ¿Qué quieres mostrarme?".

Reika siguió al cetro durante un par de minutos, hasta que llegó a una cueva, la cual emanaba un Cosmos enorme y ardiente... ni siquiera dudó y se adentró en la cueva sin pensárselo dos veces.

La cueva no era muy grande realmente, sólo que era muy oscura, pero en cuanto el cetro entró y se acercó al hombre sentado en el centro de la cueva, se apagó y lo sumió todo en completa oscuridad.

El caballero sujetó el cetro de transformación antes de que cayera, aún sin abrir los ojos y sin levantarse de aquella piedra en la que estaba sentado.

La vista de Reika se acostumbró después de un tiempo y encontró al hombre algo extraño, pero también familiar, lo observó un par de segundos y reconoció las manchas de oscuridad en su cuerpo, Reika no dijo nada, pero aquel hombre se había percatado de su presencia —¿Quién eres y cómo llegaste a este lugar?—Le preguntó el hombre.

Reika miró a aquel hombre —Mi nombre es Reika Hino, caballero de bronce de la constelación de Sagitta—El hombre abrió los ojos lentamente, unos ojos azules que Reika sabía que había visto antes, pero no recordaba dónde.

El hombre se levantó y caminó fuera de la cueva, Reika lo siguió para que le devolviera el cetro de su madre.

—¡Devuélvelo! ¡Ése cetro no te pertenece!—El hombre de cabello azul miró el Sol y dijo —A ti tampoco te pertenece, niña ¿De dónde lo sacaste?—Preguntó y Reika miró al hombre con el ceño fruncido —No lo robé, si eso es lo que piensa—Respondió Reika a la defensiva y el hombre miró a la chica.

Reika se sentía... extrañamente familiarizada con él, lo había visto antes, en algún lado, la pregunta era ¿En dónde? Reika miró al hombre —¿Quién es usted?—Le preguntó.

El peliazul la miró, y aunque parecía que la estaba mirando fríamente, en realidad, estaba mirándola como un padre mira a su hija, con todo el amor y cariño del mundo —Mi nombre... es Ikki, Ikki Hino, caballero de Fénix y también—Estaba diciendo el caballero, pero la chica miró al hombre impresionada y lo interrumpió completando la frase —Mi padre... tú eres mi padre—El caballero asintió.

Reika apretó el puño, parecía que iba a golpearlo, pero recordó las palabras que su prima solía decirle para tranquilizarla, respiró hondo "Recuerda Reika, debes mantener controladas las llamas o sino, el árbol arderá hasta la raíz" —Haa... Me puedes explicar ¿Por qué el cetro de mamá me guío hasta aquí? Y también ¿Por qué nos abandonaste a mamá y a mí?—Ikki miró a su hija a los ojos y la invitó a sentarse.

—Reika... la guerra nos dejó demasiados daños, tuvimos que separarnos, si nos quedábamos juntos, habría sido cuestión de tiempo para que nos capturaran a los tres... no podíamos arriesgarte, creí que tú madre te lo explicó—Dijo Ikki.

Reika agachó la mirada y finalmente se sentó de mala gana —Mi madre fue capturada por Marte antes de poder decirme nada...—Dijo ella molesta e Ikki miró a Reika con los ojos como platos.

Pero entonces entendió por qué el Cosmos de Rei había desaparecido de repente... había sido capturada por el enemigo.

—Lo siento, pero no habrías podido hacer nada, de cualquier forma—Dijo Ikki y la niña miró a su padre iracunda —Y tú ¿Cómo lo sabes?—Le preguntó indignada.

Ikki no pudo decir nada para explicárselo, después de todo se notaba que era de cabeza dura, y no valía la pena gastar saliva en eso —Sólo lo sé... Reika, me temo que heredaste mi temperamento, pero tienes el carácter de tu madre (Afortunadamente)... no pienso decirte lo que debas o no hacer, porque sé que no me harías caso ni aunque te lo suplicara de rodillas, sólo espero que hayas pensado en un buen plan para salvarla, o si no, no funcionará—Dijo Ikki y Reika miró a su padre sorprendida.

Ikki simplemente sonrió de lado —Soy tu padre, a fin de cuentas, y ya te dije, tienes mi temperamento, sé que quieres ir a salvarla, si pudiera, yo haría lo mismo, pero sin poder usar mi Cosmos... lo siento, Reika, no puedo ayudarte con eso...—Dijo.

La chica sólo evitó su mirada y miró hacia el horizonte —No quiero tu ayuda... lo único que quise desde un inicio durante estos trece años era tu compañía ¿A quién se le ocurrió la brillante idea de que se separarán?—Dijo Reika alzando los brazos al cielo.

Ikki no quería decir nada, pero tuvo que hacerlo y miró sonriendo a su hija —A tu madre—Respondió él a su pregunta y vio cómo Reika cerró la boca avergonzada.

Después de unos minutos en los que estuvieron en silencio Reika se levantó del suelo con una mirada decidida en la cara y dijo —Cuando todo esto termine... quiero que cuando regrese a casa, mamá y tú estén presentes... y que me reciban con un abrazo, como una familia—Dijo Reika e Ikki sonrió —No puedo prometerte nada, niña, pero te aseguro que si esta pesadilla termina, lo primero que haré, será buscar a tu madre—Respondió.

Reika sonrió de lado —Entonces... iré a buscar a Marte y voy a patearle el trasero, recuperaré a mamá y ayudaré a esa niña a proteger a su hermana—Dijo ella.

Ikki soltó una sonora carcajada —Jaja... Lo siento, lo siento, pero deberías apresurarte o el barco se irá sin ti—Dijo el caballero del Fénix.

La peliazul sonrió, no sabía cómo su padre sabía de eso, pero le importó poco —Mamá siempre me habló muy bien de ti... creo que creeré en sus historias sobre ustedes—Dijo y empezó a caminar en dirección al barco, pero se dio media vuelta con una sonrisa y dijo —Gracias, papá...—.

Ikki se sorprendió, pero no pudo decirle nada a su hija, pues ésta ya se había ido corriendo.

Usa se reunió con Reika enfrente del barco —Y ¿Lo encontraste?—Le preguntó sin rodeos y la chica asintió —Y el cetro ¿Se lo diste?—Asintió nuevamente —Tal vez... No sea tan malo después de todo... Dime Usagi ¿Tú sabías que él estaba aquí?—La pelirrosa negó —No, pero lo supuse cuando vi el cetro, no eres la primera a quién le pasa—Ambas chicas subieron al barco, mientras eran observadas por el caballero de Fénix en la distancia...

"Rei... Debes permanecer a salvo, pase lo que pase, tú eres mi hogar, y he estado lejos de ti tanto tiempo... Nuestra hija es nuestra única esperanza, junto con esas niñas" El caballero derramó una solitaria lágrima "No quiero perder a la persona a la que amo de nuevo... Esmeralda, si estás ahí arriba, cuida de Rei y de mi hija, te lo ruego" Ikki, una vez que se aseguró de que su hija estaba bien y de camino, se fue de nuevo a la cueva en donde estaba desde un inicio.

Omega MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora