Las ruinas de fuego

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Después de unos tres días de viaje, el grupo estaba viajando en dirección a las ruinas del fuego, pero tomaron una desviación debido a que... bueno, varias cosas.

—Muero de hambre—Decía Koga cada cinco segundos.

—Tengo hambre—Decía Yuna también, y después el estómago de Aria empezó a gruñir, mientras que el resto del grupo estaba en las mismas condiciones pero no decían nada y disimulaban lo mejor posible, mientras Soma trataba de calmarlos a todos.

Finalmente Soma dijo lo que muchos esperaban —Ven ¡Ya llegamos! Hemos llegado a mi pueblo natal—Dijo y bajaron del lugar desde donde estaban, desde dónde podían ver la ciudad natal de Soma, un lugar precioso que Usagi ya había visto un par de veces antes.

Koga quiso meterse a un restaurante de apariencia costosa casi de inmediato debido al hambre que tenía, pero Soma lo agarró por el cuello de la camisa y lo jaló.

—Espera ¡Espera! ¡Ése lugar es muy costoso para nosotros!—Dijo Soma mientras Koga forcejeó y pataleó como un niño diciendo —¿¡Entonces dónde!?—.

Soma guiñó un ojo —¡No te preocupes! ¡Conozco un lugar donde podrás comer hasta explotar!—Dijo y empezaron a caminar entre calles, hasta que llegaron a un barrio de apariencia peligrosa a simple vista.

—Parece que hemos entrado a una zona peligrosa—Dijo Yuna.

El grupo fue interceptado por un grupo de cinco hombres de apariencia nada amigable, y se prepararon para un posible enfrentamiento pero entonces el que parecía ser el líder sonrió de manera amistosa, al igual que Soma, dejando muy confundido al grupo, que miró perplejo cómo aquel grupo cargaba a Soma en sus hombros con dicha, llamándolo —¡Hermano!—.

—¡Ha pasado mucho tiempo chicos!—Les respondió Soma —¡Hermano, debiste avisar que ibas a volver!—Dijo uno de los hombres.

Soma les respondió —¡Lo siento! Todo fue muy repentino—.

Los presentes no se lo podían creer y estaba escrito en su cara de estupefacción.

—¿Qué sucede?—Preguntó Koga en un murmullo y después de una breve aclaración por parte de Soma, los chicos se integraron a la charla.

Se sentaron en una mesa y una muy amable mujer les sirvió un montón de comida.

—Aquí tienen ¡Disfruten!—Dijo la mujer alegremente.

Usa miró la comida con un poco de diversión en la mirada, pues había conocido a un caballero de Plata que le enseñó cómo comer tacos, en esa misma calle, hacía cerca de nueve años, tal vez más, tal vez menos, cuando ella aún era una niña...

¿Realmente había pasado tanto tiempo desde entonces? Usagi realmente se extrañó por esto, porque si ése era el caso, entonces ¿Por qué no se había comunicado en tanto tiempo?

Ella nunca había pensado en cuánto tiempo llevaba sin contactar al caballero de Plata, pero no le dio importancia, después de todo ella no era su pareja...

Soma tomó un taco —Escuchen, tienen que agregarle salsa a los tacos para el sabor—Dijo y empezó a echarle salsa al taco, pero echó más de la que podría aguantar alguien que nunca ha comido un taco con salsa.

—Toma ¡Disfrútalo!—Le extendió aquel taco rebosante de salsa a Koga, y aunque Usagi sabía que era una MUY mala idea que comiera un taco con tanta salsa, no dijo nada y quiso ver cuál sería la reacción de su hermano menor al probar la comida picante, al igual que el caballero de Plata lo hizo con ella en su momento.

Koga tomó el taco y se lo comió de un solo bocado, pero al instante se enchiló por el picante del alimento.

—Pero no deben ponerle tanta salsa o especias—Dijo Soma después de burlarse de Koga.

El caballero de Pegaso quería cobrarle lo ocurrido, pero fue empujado por un hombre que le dio la bienvenida de vuelta a Soma con una sonrisa amistosa, además llegaron más personas con más comida para Soma, quien amablemente ofreció la comida a todos ahí.

Koga se levantó del suelo para tratar de tomar un vaso de agua, pero fue empujado al suelo nuevamente por una multitud de mujeres quienes reclamaban una cita pendiente con Soma quien parecía más bien satisfecho con la atención.

Usagi se levantó y ayudó a su hermano pasándole un vaso con agua y sentándolo de nuevo.

—Deberías comer, no has comido en tres días—Le dijo amablemente a Koga, haciendo un poco de lo que debió haber hecho los últimos trece años: cuidar y ayudar a su hermano.

Usa le sonrió a su hermano con amabilidad, y a Koga le pareció que lo estaba mirando de una manera muy extraña, demasiado nostálgica y familiar para ser una sonrisa como las que le dedicaban sus amigos a veces...

Era más cómo la mirada que le dedicaba Saori cuando lo veía.

Después de algunas bromas, uno de los hombres mayores miró a Usagi con un poco de curiosidad —A ti te he visto antes...—Dijo para sí mismo.

Siguió mirándola intensamente, analizándola con la mirada, tratando de reconocerla, y entonces abrió los ojos enormes —Ése peinado... ¡Eres la de aquella vez! ¡Venías con la novia de Kazuma!—Dijo el hombre.

Ante la mención de aquel nombre, Soma dejó de hablar con aquellas chicas y miró en dirección a Usagi.

Usagi pareció recordar de repente a aquel hombre —Oh ¡Eres el amigo de Kazuma! ¿Qué tal? Creo que Ves Ves no nos presentó en aquel momento, me llamo Usagi, Usagi Tsukino—Dijo ella sonriendo y ambos se dieron la mano en una especie de saludo amistoso.

Usagi quería preguntar por Kazuma, no sospechaba que estuviera muerto, después de todo su comunicador seguía en movimiento, aunque no se había puesto en contacto con ellas desde hacía un par de años, Usagi supuso que era por Marte.

Soma miró con intriga a Usagi, quien sonreía y hablaba sobre Kazuma y una tal Ves Ves, con quien parecía tener una cierta cercanía, sin embargo no pudo prestar mucha atención a su conversación debido al escándalo que estaban armando las chicas por una cita con él, y aunque a él no le molestaba la atención, quería saber cuál era la relación entre su ahora compañera y su fallecido padre.

Finalmente llegó la noche, después de una gran y agradable comida muchos estaban a reventar, pero la pelirrosa tenía curiosidad sobre la situación del caballero de la Cruz del Sur, sí, sabía que ahora ya no era caballero, pero había visto casos en los que simplemente renunciaban a su armadura, así que quiso saber si ése había sido el caso de Kazuma y por qué no le dijo a nadie.

Tomó su comunicador y marcó al comunicador del caballero, después de un par de tonos, éste no contestó.

—Qué extraño... ni siquiera ha querido contactar con Ves Ves en todo este tiempo ¿Le habrá ocurrido algo?—Se preguntó e intentó una vez más, pero no encontró nada, entonces revisó su ubicación, y estaba ahí en la ciudad "¿Por qué no habrá salido a verme? ¿Estará bien?" se preguntó un tanto preocupada, pero la chica decidió dejar el asunto por la paz y se fue a dormir.

Despertaron al amanecer del día siguiente, para dirigirse rumbo a las ruinas del fuego, en el camino, Usa trató nuevamente de contactar al caballero, pero al no lograrlo, le mandó un mensaje a Ves Ves:

Ves Ves,

Creo que encontré a Kazuma, llámame cuando puedas.

Llegaron a un área volcánica, en donde se levantaba una pirámide que se podría identificar como las ruinas del fuego: el calor ahí era infernal, pero debían adentrarse más para destruirlas.

Cuando iban a adentrarse, se sintió un Cosmos tremendo que Usagi logró reconocer, pero la actitud de Soma cambió de la nada.

—Es ella... ¡Es esa mujer!—Dijo, poniéndose su armadura y adentrándose solo en las ruinas del fuego, los demás le gritaron que no debía hacerlo pero aún así se adentró en las ruinas.

Omega MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora