Ésa persona

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Edén y ella salieron de la puerta, y ella le hizo un gesto a Edén para que la soltara y caminar por su cuenta hacia la salida del Templo de Piscis.

—Por cierto, olvidé preguntarte ¿Dónde está Seira?—Preguntó Usa.

Edén hizo un gesto y dijo —Se fue apenas tuvo oportunidad, al manejar la teletransportación, se adelantó con Pegaso y los demás—.

Usa sonrió de lado y ambos se pusieron en posición de combate una vez se revelaron ante los caballeros.

—¡Usagi! Y... ¿Edén?—Dijo Yuna al ver a los dos llegando.

—¿Eres el caballero dorado de Piscis? Tengo prisa, así que voy a pasar—Dijo Edén con un tono orgulloso.

El caballero dorado se rió por lo bajo y mientras Edén resolvía sus asuntos, Usa se acercó a los jóvenes caballeros en el piso: todos estaban desmayados, incluso Seira y Saiga.

Usa no prestó atención a lo que estaba haciendo Edén, simplemente se acercó para ayudar a los caballeros y compañeros de su hermano.

Escuchó cuando Edén empezó a atacar al caballero de Piscis, y cuando el caballero de Piscis lo atacó.

—Ya veo, qué maravilloso Cosmos... Digno del príncipe del nuevo mundo, pero eres demasiado precipitado—Le dijo el caballero a Edén —¿Qué?—Dijo Edén molesto —Careces de buen juicio, y eso te hace vulnerable—Dijo el Caballero Dorado de Piscis —¿Qué?—Volvió a decir Edén con la ira creciendo en su ser.

—Puedes ocultarlo, pero puedo ver tu ira y tristeza... Las muertes de Aria y Sonia te hacen precipitarte, ellas comprometen tu juicio, ah ¿Y Micenas también?—Comentó el caballero dorado cuyo nombre Usagi ignoraba completamente.

Lo último dicho tomó a Edén por sorpresa.

—Micenas... Fue muy fácil, es difícil creer que él era el Caballero de Leo, el rey de las Bestias—Dijo el caballero con diversión en un tono despectivo...

La pelirrosa frunció el ceño ante esto, y Edén igual.

—¿Mataste a Micenas?—Dijo Edén ofendido, pero no hubo respuesta, y Usa no tenía tiempo para mirar la batalla del caballero de Orión.

Los caballeros estaban bien, sólo cansados, para alivio de la pelirrosa.

Usa reunió un poco de su Cosmos y los ayudó a curarse un poco más rápido, o al menos a que pudieran levantarse, aunque tuvo que hacerlo uno por uno al no tener consigo el Cristal Rosa.

Estuvo así con todos y cada uno de los caballeros, ignorando la conversación de Edén con el Caballero de Piscis hasta que el Caballero dijo —Tú madre, la señora Medea, es mi hermana—.

La pelirrosa se sorprendió y miró en dirección a Edén y el Caballero de Piscis.

—¿Hermana?—Dijo Edén sorprendido, igual que Usagi, que miró a Edén con la misma cara de confusión que él en aquel momento.

—Juré usar la Armadura Dorada de Piscis para proteger a mi hermana, para que el mundo que ella desea sea una realidad, mientras que tú ni siquiera pudiste salvar a Sonia—Dijo el Caballero de Piscis, y Edén se ofendió mucho por esto último —No terminaré como tú, los sueños, deseos, voluntad de mi hermana... Los protegeré y haré que sean una realidad—Dijo el caballero.

Usa se levantó y se acercó lentamente a la batalla entre ambos caballeros.

—No importa quién sea... ¡No dejaré que nadie se ponga en mi camino!—Gritó Edén, lanzándose al ataque.

—No lo entiendes... Lo que es mejor para mi hermana, es lo mejor para ti—Dijo el caballero, que lanzó un ataque que mandó a Edén a chocar con una pared.

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