La verdad del corazón de un lobo

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Mako y Ryuho siempre fueron muy unidos...

Desde que Shunrei tuvo que hacerse cargo de ellos por su cuenta, Ryuho siempre cumplió con proteger a su hermanita menor hasta que ya no pudo hacerlo más.

Mako se separó de Ryuho a la tierna edad de cinco años, y se perdió entre los Cinco Picos de tal forma que no supo cómo regresar.

En su camino sin rumbo para volver a casa, se encontró con un amable hombre de cabello rubio y ojos azules que estaba pintando el paisaje frente a él de una forma hermosa.

El hombre la vio llorando por haberse perdido y le ofreció su ayuda para regresar a su hogar, algo que ella aceptó sin dudarlo.

Mientras caminaban, el hombre le contó una historia sobre un hombre que venía de Jamir, un caballero de Plata muy poderoso que sirvió a Atenea hace muchos años, que portaba la armadura de Altar.

Su nombre era Hakurei, y fue el maestro de Shion de Aries.

Mako no le preguntó cómo sabía aquella historia, sólo quedó fascinada por ella y quiso ser la próxima portadora de Altar, ser igual o más fuerte que Hakurei, y aquel extraño, cuyo nombre ella no conocía, le dio el anillo que era la armadura de Altar ahora.

Aquel anillo, apenas estuvo en sus manos, resplandeció con fuerza y la envolvió con un brillo azul que la cubrió con la armadura de Altar.

Después de ser elegida, Mako regresó a casa y le contó a su hermano y madre que había encontrado a alguien que le había dado la armadura de Altar, y a partir de ése momento, ella se volvió un caballero.

Siempre supo que algo no estaba bien con ella en lo absoluto, porque pese a que su Cosmos era de agua, igual que su hermano, podía manejar ataques de rayo que no sabía de dónde venían.

Nunca se animó a contarle de estas preocupaciones a nadie hasta que Haruto llegó a Palaestra.

Haruto y ella solían entrenar juntos, pero debido a sus antecedentes familiares, a veces era incómodo para ella estar en las áreas comunes de Palaestra.

Y eso era por su nulo parecido con Shunrei o Shiryu.

Haruto le había confesado una vez que él sabía por qué su cabello era café y sus ojos verdes, pero nunca le dijo ni cómo lo sabía ni cuál era la razón de su apariencia.

Mako, después de la conversación sobre su incomodidad por su apariencia, empezó a tener sueños extraños sobre una chica idéntica a ella pero vestida con un traje de marinero verde y rosa...

Le contó a Haruto, quien le dijo que debería mantener sus sueños en privado, a modo de regaño, pero también le dijo una historia que ella no conectó hasta después de que Palaestra fue atacada y derrumbada y su madre se apareció ante ella y su hermano.

—La persona a quien me describes se parece a una Sailor Scout caída hace trece años...—Le comentó Haruto y ella lo miró con curiosidad, e incluso le preguntó —¿Sí?—Y Haruto asintió a su pregunta.

—Sí, Sailor Jupiter era su nombre, ella estaba casada con un caballero de Atenea de quien no sabe, pero se sabe que tuvieron dos hijos en su matrimonio antes de que la guerra comenzara y ambos cayeran en la batalla—Le había contado.

Por supuesto, Haruto no reveló que sabía la historia debido a Usa, pues desde que se ofreció a ser el espía de Usagi y, prácticamente de Tokio de Cristal, en Palaestra, se le informó que debía cuidar de Makoto y Ryuho, que eran los únicos descendientes de Makoto y Shiryu, y podían volverse objetivo de Marte y su gente.

Se acercó a ella para cumplir con la promesa que le hizo a Usa de mantenerla alejada del peligro, y también porque le parecía curioso que, a pesar de ser más poderosa que todos en Palaestra, incluso que los maestros, mantenía esa fuerza oculta todo el tiempo...

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