El secreto de Cristal

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Usa dejó de oír lo que pasaba alrededor durante un tiempo que le pareció desconocido, pues por un momento, confundió al joven Caballero de Orión con su prometido, pero se recuperó cuando Koga le tocó del hombro.

—¿Estás bien, hermana?—Le preguntó él, preocupado claramente por su silencio.

Usa, regresando de sus pensamientos, lo miró y asintió, gracias a eso, finalmente se concentró en lo que ocurría a su alrededor.

Edén se había puesto su armadura y había sido atacado por Fudo en un punto que ella desconocía.

Edén se levantó del suelo y se quitó las estacas de energía con una mano —¡Resistió el ataque de Fudo!—Dijeron Ryuho y Mako —Hilia Mastia—Dijo Edén.

Ahora, vayamos con las Sailor Scouts de Marte, Mercurio y Venus.

Ellas estaban en una habitación oscura, con una sola puerta cerrada con llave, o al menos así fue, hasta que unos marcianos abrieron el candado, entraron y las sacaron a la fuerza de aquella habitación.

Las mujeres estaban muy débiles y golpeadas, así que no pudieron poner mucha resistencia contra ellos, y los marcianos terminaron llevándolas frente a Marte, que estaba observando un báculo dorado...

El báculo de Aria.

Las Sailor Scouts no sabían que el báculo que veían era de la segunda princesa de Tokio de Cristal, sólo se enfocaron en mirar a Marte con ira en sus ojos.

—Es hora de que cumplan su papel en mi plan para el nuevo mundo...—Dijo Marte, mirando a las tres mujeres.

Las Sailor Scouts forcejearon para que no volvieran a separarlas, pero los marcianos lograron separarlas de nuevo, y llevaron a cada una de ellas por unas escaleras a tres puntos alrededor del báculo.

Al final de cada escalera había tres habitaciones separadas que parecían estar repartidas en dirección a los cuatro puntos Cardinales...

Las Sailors sintieron el Cosmos de sus hijas cuando despertaron su Séptimo Sentido, y las sentían cerca...

De acuerdo a su posición estaban en la casa de Virgo, y eso no les gustaba para nada.

Sólo pudieron rogar mentalmente por su bienestar, para inmediatamente sentir nuevamente cómo filtraban sus Cosmos con más intensidad, haciéndolas gritar de dolor.

Mientras esto ocurría, sus esposos, los caballeros legendarios, pudieron sentir que algo estaba pasando con ellas a través de sus cetros de transformación.

En los cinco picos, Shiryu, sin embargo, de repente se levantó de su posición habitual, para sorpresa de su hermana menor.

Shunrei se sorprendió por esto, pero luego vio que Shiryu alzó su mirada al cielo estrellado, aunque no podía ver.

Shunrei lo imitó y alzó la vista al cielo, notando que Júpiter estaba brillando con intensidad, cómo no lo había hecho en mucho tiempo.

—Makoto...—Dijo esperanzada y con lágrimas de alegría en los ojos.

Pero regresando con los caballeros de Bronce.

—Towa no Tornado—Gritó Edén.

Usagi pudo ver que aquel ataque logró mover a Fudo por un instante, antes de que deshiciera el tornado de Edén.

—Pudiste moverme, pero sólo por un instante, hay más que solo odio e ira hacia tu padre... Hay algo que te empuja a seguir adelante ¿Qué cosa es?—Cuestionó Fudo con un tono tranquilo.

—Remordimiento, es remordimiento, Fudo—Respondió Edén, con un tono de voz indescifrable para Usagi, pero no para Reika.

Podía decirse que era la única conocida de Edén en Palaestra, la única que podía llegar a llamarse "Su amiga", y supo el dolor que Edén sentía en ése momento, la tristeza que lo estaba consumiendo por dentro...

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