El Cisne

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Se despertó cuando sintió una corriente horriblemente fría y un Cosmos igualmente frío, aunque familiar, era un Cosmos frío, pero amable.

Se levantó del suelo con cuidado, sin siquiera notar la presencia de Yuna a su lado, se adentró más en aquel oscuro lugar congelado frente a ella, con un solo pensamiento en la mente:

"Hyoga...".

Al caminar, escuchó una voz suave, pero conocida —Sabes, yo solía atesorar a alguien muy especial, a dos personas de hecho... creo que son tres personas importantes para mí ahora... tú tienes la oportunidad de volver a verla, aún si has decidido no hacerlo—.

Usa cayó al suelo de repente, pues seguía débil por aquel ataque que recibió de Edén.

"Me tomó desprevenida ésta vez... Pero no volverá a ocurrir" pensó, resentida, frustrada, furiosa... había perdido a su hermana, una vez más, se llevaron a su hermana frente a sus narices y no hizo nada.

Antes de volver a levantarse, se detuvo un momento a descansar, sentándose en la helada nieve y bloqueando sus sentidos para caer nuevamente en un sueño profundo, mientras pensaba en lo inútil que fue al contenerse contra Edén de Orión.

En el sueño, podía escuchar la voz de su madre llamándola —Pequeña dama... Pequeña dama ¿Qué haces?—.

Usa abrió los ojos lentamente, estaba acostada en la fuente central que se encontraba en el jardín del Palacio de Cristal, y su madre estaba mirándola con una sonrisa mientras ella se encontraba tan cómoda en la fuente.

—Pequeña dama, no puedes rendirte así, has estado entrenando duro durante estos trece años ¿Vas a rendirte a estas alturas?—Preguntó la Neo Reina Serenity, y Usa miró a su madre sorprendida.

Las lágrimas empezaron a empañar su vista al notar que realmente estaba hablando con su madre, y no pudo contener su llanto al saberlo.

—Mamá... Lo siento, mamá, no pude—Trató de decir, pero la Neo Reina Serenity abrazó a su hija para consolarla —Pequeña dama, no fue tu culpa, Aria tomó la decisión de protegerlos a cambio de su propia libertad—Le dijo su madre con gentileza.

Usa abrazó a su madre con fuerza, mientras lloraba sobre su hombro por su nula utilidad en el combate en contra de Edén.

—Te extraño... Me hacen falta, mamá—Dijo Usa entre sollozos, y la Neo Reina Serenity miró a su hija —Pequeña dama... Siempre hemos estado contigo, aquí—Dijo la Neo Reina Serenity, señalando el corazón de Usa —Siempre hemos estado aquí, Pequeña dama, y siempre lo estaremos—Dijo la Neo Reina Serenity.

Detrás de la Neo Reina Serenity, apareció su padre, con una sonrisa que hizo a Usa sentirse una niña de nuevo, pues era de los recuerdos más felices que tenía: a su padre sonriendo.

—Recuerda, Pequeña dama, el poder de un caballero se define por cuán fuerte es su voluntad—Dijo Seiya.

Usa miró a sus padres con los ojos empañados en lágrimas, pero se levantó de la fuente debidamente, se sacudió la tierra de la ropa y miró a sus padres con seguridad.

—Mamá, papá, les prometo, no, les juro que encontraré una manera de que seamos una familia de nuevo, protegeré a mis hermanos a como dé lugar—Dijo Usa, con una mano sobre su pecho.

Seiya y la Neo Reina Serenity sonrieron y se alejaron de ella, tomados de la mano.

Fue entonces cuando Usa despertó, siendo guiada de vuelta a la realidad por la suave voz de una chica que no dejaba de gritar.

—Espera ¡Espera! ¡No puedo ir tan rápido!—Gritaba y Usa se levantó, viendo cómo una chica rubia iba corriendo detrás de un resplandor azul, y se acercaba cada vez más a dónde ella estaba recostada.

Al estar lo suficientemente cerca, Usa pudo reconocerla.

—Natassia...—Dijo incrédula.

El cetro estaba guiándola al interior de la cueva, de donde emanaba un gran Cosmos, que Usa conocía muy bien.

Natassia ni siquiera alcanzó a notarla, pero Usa caminó detrás de la chica y así, ambas se adentraron más en aquella cueva y fue entonces que lo vio...

El caballero rubio, alumno de Camus de Acuario: Hyoga de Cisne.

Natassia se detuvo al ver que el cetro se detuvo frente a aquel hombre rubio, y cómo el hombre sujetaba el cetro entre sus manos suavemente.

—¿Ami...?—Pronunció el hombre en voz baja, y miró en dirección a las chicas, pero se decepcionó un poco al no ver a quien esperaba.

—Hyoga... Eres tú—Dijo la pelirrosa, que tomó la mano de la rubia y la guió hasta donde el caballero.

—Hyoga, ésta es—Trató de decir, pero Hyoga interrumpió a la pelirrosa diciendo —Nuestra hija... dime ¿Cómo te llamas jovencita?—.

La rubia miró al caballero con una cara de "¿En serio?" pero contestó —Mi nombre es Natassia, Natassia Mizuno—.

El caballero no era muy dado a dar muestras de cariño incluso a su propia esposa, por eso cuando abrazó a Natassia, Usa abrió los ojos horrorizada y se congeló de horror pensando "¿Es acaso éste el fin del mundo?".

Hyoga abrazó a su hija con añoranza, con su expresión llena de remordimiento y al mismo tiempo, de alegría al ver a la bebé que no pudo ver nacer.

—Me alegro de finalmente conocerte, Natassia... Tienes el nombre de mi madre—Dijo Hyoga.

La chica no sabía cómo reaccionar, pero pensó en que su madre habría querido que se llevara bien con su padre, por lo que también lo abrazó y le dijo —También me alegro de conocerte, papá—.

El caballero se separó de su hija, la miró a los ojos con sorpresa, pero pronto se calmó y preguntó —¿Y tu madre? ¿Dónde está Ami?—.

Natassia bajó la mirada y Usa le respondió al caballero —Marte la capturó después de que Ami le diera su cetro a Natassia, el cetro guió a Natassia hasta aquí, así que supongo que el deseo de Ami de que conocieras a tu hija fue lo que la trajo hasta ti—.

Hyoga agachó la mirada, pero después la alzó para mirar a su hija y le dijo —Eres fuerte... Utiliza ésa fuerza para proteger a Atenea, y salva a tu madre, yo no puedo hacerlo...—.

Natassia entonces notó la enorme mancha en el costado de su padre y dijo —Te prometo que traeré a mamá de vuelta, y además encontraré una manera de curarte—Hyoga le sonrió a su hija, tomó su abrigo y se fue.

Las chicas alcanzaron a Koga y a Yuna varios metros más adelante, y se pusieron en camino para reunirse con los demás en las ruinas del Rayo "Mamá, papá, definitivamente voy a cumplir mi juramento... Sólo esperen un poco más".

Omega MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora