—De acuerdo... lo que les contaré ocurrió cuando la paz aún reinaba en el mundo y nosotros... no sabíamos lo que se avecinaba—Empezó a contar Shun.
—Marte nos atacó un día de manera repentina, amenazando con destruir a la Tierra y a todos en ella, para lograr sus objetivos trató robar algo de la Neo Reina Serenity, algo muy valioso para ella y su familia...—.
—Todos nos enfrentamos a él con el objetivo de proteger a Atenea y a Serenity, y obviamente a nuestras familias, pero justo cuando la batalla iba a finalizar...—Dijo Shun, pero se interrumpió.
Shun miró a Usa, quien sólo asintió, ella había estado presente ése día, sabía lo que seguía —Un meteorito cayó en el lugar donde se desarrollaba el combate, era como un Cosmos ardiente que absorbía todo a su paso—.
Usa miró al cielo y cerró los ojos, dejando caer una sola lágrima —El impacto fue tan grande, que detuvo la pelea, y el ataque de Marte desapareció...—Una vez más, la mirada turquesa aterrizó en la joven de cabello rosa y ojos rojos.
—El problema vino porque, en el impacto, perdimos a uno de los nuestros y también fue cuando descubrimos que este meteorito tenía un poder extraño, sus fragmentos se fusionaron con las armaduras y no sólo las regeneró, sino que también les brindó un nuevo poder a los caballeros, el cual se conoció como la Manipulación de los Elementos—Dijo Shun.
Usa se secó las lágrimas de forma discreta y decidió explicar lo que siguió, miró a Shun y asintió dando un suspiro, y Shun le cedió la palabra.
—En esa primera batalla, Marte no logró su objetivo de robarle a mi madre, pero después de la caída del meteorito, obtuvo nuevos poderes y apareció con una nueva armadura reformada y volvió a atacar a la Tierra, y mientras mi papá lo atacaba, utilizó toda su energía para encerrarlo en la oscuridad—.
—Ellos, sus amigos y compañeros, vinieron a ayudarle de inmediato, junto con las demás Sailor Scouts, pero... la batalla dio un giro inesperado... y fueron Shiryu y su esposa, Sailor Jupiter, quienes recibieron más fuerte el impacto de la oscuridad—Dijo Usa, que miró a Koga de forma discreta.
Secretos y más secretos eran los que guardaba, sus secretos escondían aún más secretos, Shun lo sabía, igual que ella y todos los que presenciaron aquella batalla que a ellos, los Caballeros Legendarios, y a ella, los dejó con nada...
Cerró los ojos, se deshizo de esos pensamientos y tomó un respiro antes de seguir con su relato.
—Marte estaba buscando el tesoro de la familia real, de mí familia, pero cuando atacó, nunca esperó que mi madre, la Neo Reina Serenity, utilizaría el poder Cristal de Plata para protegerse de la oscuridad...—Dijo Usa.
Koga miró a Usa y dijo —En la batalla, en la Torre de Babel, llamaste a Seiya—Trató de decir, pero fue interrumpido por la pelirrosa asintiendo —Sí, Koga, tus sospechas son muy ciertas, yo soy la hija de la Neo Reina Serenity y de Seiya de Sagitario—Dijo Usa que miró a Shun con algo de lástima.
—Después de que la oscuridad te infecta, no puedes hacer arder tu Cosmos, y no puedes activar la armadura de nuevo...—Dijo Shun, tocando su brazo infectado.
Usa frunció el ceño al recordarlo —Pero la razón por la que realmente quiero matar a Marte, es por el insulto a los caballeros caídos, por lo que le hizo a mi familia... por lo que le hizo al Santuario, a la memoria de mi maestra... a Aria...—Dijo ella, llena de ira hacia Marte, se notaba que su rencor era demasiado profundo, un rencor increíble y terrible que ardía como las llamas del mismísimo Infierno en sus ojos rojos.
Alice miró a Usa con un poco de curiosidad ante la mención de su maestra —Nunca nos dijiste quién te entrenó—Dijo ella y la princesa de la Luna miró a la joven caballero —Me entrenaron varias personas con los años, pero quien me entrenó desde un principio fue la anterior caballero de Águila, Marín de Águila—Dijo Usa con un deje de nostalgia en la voz.
Shun y ella agacharon la mirada —Ella fue quien murió... con el impacto del Meteorito—Dijo Shun.
Koga parecía querer decir algo, pero antes de poder hacerlo, pudieron sentir un Cosmos que ya estaba empezando a hartar a Usagi.
—Al fin te encuentro, caballero de Bronce—Dijo un caballero, Koga ya se veía exasperado de su presencia —¿¡Otra vez tú!?—Dijo Koga.
Usagi miró a Alice, quien parecía estar meditando si debía quedarse y combatir al caballero, o hacer una retirada estratégica.
Miguel, el caballero de Lebreles, se dirigió directamente a Shun —Andrómeda, te tengo malas noticias... acabo de escuchar su pequeña charla, y ahora sé que ya no puedes hacer arder tu Cosmos, ése es el castigo que te mereces por encubrir a esos traidores, también serás exterminado—Dijo.
Usa se puso delante de ambos caballeros —Intenta algo, imbécil, y el infierno no será nada comparado a lo que te espera—Le advirtió Usa al caballero justo cuando Ryuho llegó corriendo al lugar acompañado, por supuesto, de su hermana.
Alice miró a Mako —¿Y tú cómo llegaste aquí?—Le preguntó y Mako sólo le sonrió —Te seguí, pero cuando sentí el Cosmos de mi hermano, tuve que venir a ayudarlo...—Dijo ella.
Koga también estaba sorprendido —Sentimos un Cosmos de gran poder y...—Dijo Ryuho y Mako sostuvo a Ryuho antes de que cayera.
—Pero estás muy débil—Le dijo Shun —Miren lo que tenemos aquí, otros caballeros de Bronce, tendré una cacería muy interesante—Dijo Miguel y Usa frunció el ceño.
—Si crees que puedes contra mí, entonces permíteme mostrarte el verdadero poder de un caballero, tú dependes de tu armadura, yo dependo únicamente de mi Cosmos—Dijo Usa que sólo hizo arder su Cosmos una décima parte de lo que realmente podía, eso bastaba para asustar incluso a un caballero Dorado... al menos eso le decía Mu.
El caballero de Plata estaba impresionado —Con que éste es el poder de una hija de la Luna... es increíble—Dijo.
Tanto Ryuho como Koga se pusieron sus armaduras, pero Usa los miró —No intervengan... él cree que sólo por ser una princesa, no puedo combatir... lo que no sabe—Dijo haciendo brillar la joya armadura de Sagitario, que la envolvió en un brillo dorado —Es que está combatiendo con un caballero dorado—Dijo.
Usa sabía que no podría portar la armadura realmente, ya que su padre seguía siendo su portador, pero también era consciente de que podía llegar a usarla en caso de una emergencia.
"Tal vez no sea una caballero, pero por favor Sagitario, ayúdame a derrotar a mi enemigo, ayúdame a derrotar a éste traidor al Santuario" rogó.
La pelirrosa fue totalmente envuelta en un resplandor dorado, y se encontró portando la armadura dorada de Sagitario.
Sabía que eso asustaría al caballero, así que aprovechó el momento —Ahora, te mostraré algo que el caballero de Sagitario anterior a Seiya me enseñó...—Dijo Usa, que se puso en posición y dijo —Trueno... ¡Atómico!—.
De sus puños salieron un montón de destellos de luz, que atacaron al caballero a la velocidad de la luz.
Shun estaba sorprendido —Ese movimiento... Aioros trató de enseñártelo hace años ¿Cómo fue que...?—Dijo.
La pelirrosa miró al caballero —Tuve mucha práctica los últimos años, Shun, no es lo único que he logrado dominar, de hecho, tengo una sorpresa para Marte y los suyos—Le dijo sonriendo.
Esa sonrisa que mostró la pelirrosa le hizo saber a Shun que había aprendido algo realmente aterrador, pero de entre las técnicas que le pudieron enseñar los caballeros dorados ¿Cuál habrá sido la más aterradora?
¿Qué había aprendido en estos trece años que pudiera hacerla sonreír así?
Shun no estaba seguro de si quería saberlo.
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Omega Moon
FanfictionChibi-Usa, quien ahora prefiere ser llamada Usa debido a que tiene veintiún años, ha recorrido el mundo entero de arriba a abajo y viceversa en su misión de buscar a su hermana menor, que fue raptada por Marte antes de que siquiera tuviera la capaci...