El fin de la Oscuridad

68 1 3
                                    

Aria y Usagi vieron hacia Koga...

Él estaba a un lado de Yuna, emanando su Cosmos de luz y completamente lúcido.

Al ver que estaba de vuelta, ambas hermanas dieron un suspiro.

—Qué alivio...—Dijo Usagi, dejándose caer de rodillas en el suelo por el cansancio.

Pero antes de que por fin pudieran dar un respiro de alivio, la oscuridad se tragó el árbol en el que estaba Saori y se la llevó consigo.

—¿Señorita Saori?—Dijo Koga al ver que la habían llevado, otra vez.

—¡Koga!—Lo llamó su padre y Koga miró a Seiya —Entra en la oscuridad ¡Puedes entrar en la oscuridad de Apsu!—Le dijo Seiya, que le pasó su armadura dorada a Koga.

—Esto es...—Dijo Koga sorprendido, mirando la joya armadura en su mano.

—Koga...—Lo llamó Yuna y Koga se giró para ver a sus amigos.

—Salva a Atenea—Le dijo Soma.

—Protege nuestra luz...—Le dijo Haruto.

Mako y Ryuho simplemente asintieron al mismo tiempo, mientras permanecían de pie, y Koga igual asintió a los hermanos.

Usagi, que estaba cansada, vio a su hermano desaparecer en un resplandor dorado que se dirigía a la oscuridad que reinaba sobre Marte.

—Koga, cuídate...—Dijo Usa mientras rezaba por su seguridad.

Ryuho y Mako se movieron con gran dificultad y se acercaron a su madre, que estaba de rodillas, sin ver a ningún punto fijo frente a ella.

—Mamá... mamá, soy yo, somos nosotros, tus hijos ¿Me oyes, mamá?—La llamó Ryuho, agachándose para acariciar el rostro de su madre.

Usa, acercándose a los hermanos, puso una mano sobre el hombro de Ryuho —Lo siento, Ryuho, pero tendrás que hablar con ella por medio de tu Cosmos... Ella también...—Dijo Usagi, y Ryuho miró a su madre, sabiendo bien que ella estaba igual que su padre.

Los ojos de Ryuho derramaron las lágrimas que tenía reprimidas al ver a su madre de pie...

Eran lágrimas de alegría mezcladas con amargura, pues después de saber el sacrificio que hizo su madre por ellos, le dolía ver el estado en el que había caído, pero al mismo tiempo, le alegraba ver que, por ellos, pudo ponerse de pie: para defender a sus hijos.

Cómo una leona protegiendo a sus cachorros.

Usa le dio una mirada compasiva —No te preocupes... estará bien, al menos ya despertó Ryuho, eso es un gran avance...—Le aseguró.

Ryuho asintió y abrazó a su madre, e invitó a Mako a que hiciera lo mismo.

Mientras ocurría este emotivo reencuentro, de repente sintieron el Cosmos de Koga.

—Koga...—Dijo Soma.

—Puedo sentir el Cosmos de Koga...—Dijo Ryuho.

—Sí... ¡Por favor! Salva a Atenea...—Dijo Haruto.

—Pegaso...—Dijo Edén.

—La luz de la esperanza...—Dijo Seiya.

—Sí, Koga...—Dijo Yuna.

—Koga... tienes que volver a salvo... Mamá quiere verte, después de tantos años...—Dijo Usa con una sonrisa.

—Pequeña Dama...—La voz de Helios se escuchó detrás de Usagi, ella dio media vuelta y lo vio ahí de pie.

—¡Helios!—Dijo Usa, que corrió hacia el guardián de los sueños con lágrimas en los ojos, que la abrazó cuando llegó a él.

Sin importar que habían niños presentes, y que su padre seguramente mataría a Helios después de que todo terminara, ambos juntaron sus labios en un suave y tierno beso, mientras Helios limpiaba suavemente las lágrimas del rostro de Usagi con su mano.

Se separaron después de unos segundos, cuando sintieron un gran Cosmos, y al mirar al cielo, vieron el Cosmos de Koga resplandeciendo.

—Koga...—Dijo Yuna —Koga—Dijeron Mako, Ryuho y las demás hijas de las Sailors.

—Chicos, encendamos nuestros Cosmos ¡Le enviaremos nuestros Cosmos a Koga!—Dijo Soma.

Helios miró a Usagi y le dio un beso sobre la frente —Ten cuidado...—Le pidió.

Usagi le dio un suave beso en los labios y le dijo —Siempre—.

Ella le sonrió y miró a su hermana, ambas asintieron y encendieron sus Cosmos —Koga...—Dijeron ellas dos y Yuna —¡Koga!—Dijo Haruto —¡Pegaso!—Dijo Edén —¡Koga!—Dijeron Ryuho, Mako y las demás.

La oscuridad se propagaba por sus cuerpos, sobre todo de la Sailor Scout de Júpiter, pero aún así, le enviaron sus Cosmos a Koga —Koga, esta es... nuestra voluntad ¡Salva a Atenea!—Gritó Soma, mientras las frentes de Aria y Usagi empezaron a brillar, tomando sus formas como princesas de la Luna.

—Resplandece... ¡Cosmos nuestro!—Ambas alzaron sus cetros nuevamente —Curación Lunar... ¡Acción!—.

Sus Cosmos brillaron como los de nadie más, y Seiya al sentir el Cosmos de sus hijas los confundió y dijo —¿Serenity...?—.

Ambas liberaron su Cosmos hasta que tuvieron que detenerse debido al estado de Usagi.

Mientras tanto, en el ahora solitario Palacio de Cristal, en la cámara dónde se encontraba dormida la Neo Reina Serenity, el Cristal de Plata empezó a brillar y la reina que yacía dormida dentro de éste empezó a abrir los ojos.

—Aria... Koga...—Dijo antes de desaparecer en un resplandor plateado junto con el Cristal de Plata.

Y en el Santuario, las Sailor Scouts empezaron a resplandecer junto a sus esposos, y desaparecieron de la escena.

—¿A dónde fueron?—Dijo Harbinger —No se preocupen, alguien los llamó...—Dijo Mu, mientras seguían concentrando su Cosmos para evitar que el Cosmos de la Tierra se sobrecargara y destruyera al planeta.

Las Sailor Scouts y los caballeros, incluídos los legendarios, aparecieron frente a Marte, justo en la zona más alta de todo el Santuario que creó Marte, pero no se dieron cuenta de sus presencias ahí, de hecho, no se veían unos a otros, ni sentían sus Cosmos, simplemente miraban la nube negra que lo cubría todo con preocupación, pensando en lo que estarían haciendo sus hijas.

Mientras que los caballeros de Plata y de Bronce veían con asombro a la oscuridad, después de que sus energías cayeron —¡La oscuridad está colapsando!—Dijo Ryuho con sorpresa mezclada con alegría —Koga...—Dijo Yuna.

El suelo tembló y se rompió bajo sus pies, tomando a todos por sorpresa, pero la prioridad de Usa fue abrazar a su hermana, por suerte no pasó nada realmente grave, al menos hasta que Koga les habló por Vía Cosmos —Chicos ¡Cuiden a Atenea!—Aquello sorprendió a Usagi —¿Koga?—Dijo la pelirrosa.

Aria frunció el ceño —Presiento el peligro...—Movió el último pedazo restante de su báculo hacia la oscuridad...

Hubo una luz cegadora por un momento, luego aquella extraña oscuridad empezó a desvanecerse, vieron a Saori cayendo y Seiya la atrapó en el acto antes de que se hiciera daño.

—Seiya...—Dijo Saori, Seiya la miró y asintió, luego todos miraron hacia el cielo, y vieron como aquel resplandor blanco brillante desapareció —La oscuridad de Apsu desapareció—Dijo Saori —¿Y Koga?—Preguntaron Aria, Usagi y Yuna.

Saori agachó la mirada y Usagi sintió que su alma se iba al suelo, Helios tuvo que sujetarla en sus brazos antes de que cayera al suelo —No puede ser...—Dijo Yuna, pero antes de que cualquiera pudiera empezar a derramar lágrimas, el planeta Marte empezó a temblar —¡Quedarse en este planeta es peligroso!—Dijo Seiya —Pero Koga...—Dijo Yuna, Seiya la miró severamente y no pudo decir nada más.

Omega MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora