Nunca subestimes a tu oponente

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Pero por supuesto, las cosas no iban a ser sencillas, y aquel ataque no hizo que el caballero huyera, por el contrario, esquivó a Usa y fue directamente a por Koga, para empezar un combate.

—¿Pero qué...?—Dijo la princesa sorprendida, pues, debido a que se tomó a la ligera el combate, el mismo ya estaba decidido...

Usa cometió un error y subestimó a su oponente, por lo que simplemente pudo ver al Caballero de Plata llegar a dónde estaba Koga y cómo invocaba un ataque de enorme para atacarlo.

Para cuando se dio cuenta, tanto Koga, como Ryuho, Shun y las dos chicas, estaban en el suelo.

—¡Chicos!—La pelirrosa trató de correr hacia sus compañeros, pero la táctica de aquel caballero fue más astuta de lo que ella quisiera admitir.

El caballero había hundido a la pelirrosa a la tierra, como si la hubiera atrapado en cemento húmedo, así que aunque lo intentara, no podría luchar con la naturaleza misma, y sólo pudo ver, impotente, cómo su hermano era golpeado una y otra vez por el caballero de Plata, aunque intentó duramente el zafarse de la tierra, sólo logró hacer sangrar sus puños.

Pero entonces, cuando parecía que el caballero iba a darle el golpe final a Koga, ocurrió algo inesperado.

—Detente...—Murmuró el caballero de Andrómeda que se levantaba del suelo, con intenciones claras en su mente, con una mirada decidida a hacer arder su Cosmos, aún si sabía que podría costarle la vida.

—No quiero ver que nadie salga herido—Dijo Shun.

El caballero de Plata se burló de sus nobles intenciones, y se dispuso a atacar, pero Shun hizo arder su Cosmos, haciendo aparecer las cadenas de Andrómeda, y que apareciera su armadura, en cierto sentido.

—¡Cadena de Andrómeda!—Escuchar ése grito tan familiar después de años, sólo sacudió de emoción y admiración el corazón de Usa, que vio a Shun alzarse una vez más.

Aquel ataque repelió el ataque del caballero de plata y también lo hirió, eso le dio oportunidad a las dos mujeres caballeros de atacar también, lo que no esperaban era que los ataques que lanzaron no correspondían precisamente a los que pensaban...

Sólo hablaron por instinto, atacaron por puro instinto, como si estuvieran poseídas por una energía grandiosa, brillante y cálida, que las guió en su camino a encontrarse consigo mismas...

—Mi planeta protector es Júpiter, que empiece la tormenta y el trueno haga temblar... ¡Trueno de Júpiter! ¡RESUENA!—.

Ryuho miró sorprendido a su hermana.

Alice por su parte alzó su mano de una forma grácil y hermosa, siendo el vivo retrato de su madre por un breve momento ante los ojos de Shun.

—Mi planeta protector es Venus, el planeta del amor ¡Cadena de amor de Venus!—Dijo, sorprendiendo a Shun en parte.

Los ataques le hicieron daño a Miguel, pero no el suficiente, fue entonces que intervinieron los dos caballeros para ayudar a sus compañeras...

Usa deseaba poder ser de más utilidad, pero ¿Cómo? Ellos demostraban que ella, claramente, no era de gran ayuda si subestimaba a sus compañeros.

—Dragón ascendente—Dijo Ryuho que después de haber atacado cayó cansado y respirando de forma entre cortada —Ahora, Koga—Dijo.

El caballero pelirrojo trazó la forma de su constelación con los puños, un ataque que Usagi conocía muy bien, pues ella misma era capaz de hacerlo...

—¡Meteoros de Pegaso!—.

Koga destrozó la armadura del caballero de Plata con esos golpes y lo derrotó de forma definitiva.

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