CAPITULO 45: FUERZA DE ATRACCIÓN

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PEAT

A pesar de las advertencias, Boss no quiso escucharme. Buscó excusas para evitar volver conmigo, pero se negó aún más cuando le pedí que se alejara de Noeul.

La decepción que había visto en su mirada el día en que se enteró de quien era, me hacía cuestionarme ¿cuánto le gustaba a mi hermano?, aunque el extraño sentimiento que hacía que le diera al asunto era incluso más fuerte que cualquier pregunta que se apoderaba de mi cabeza, ¿Estaría Noeul interesado en mi hermano? ¿Qué había pasado con Fort? ¿Por qué no estaban juntos? ¿Por qué Noeul y mi hermano se habían besado? ¿Estaban saliendo?

Miles de pensamientos recorrieron mi cabeza, pero el estruendoso golpe de varios vasos rompiéndose, captaron mi atención. Me acerqué a toda prisa, pero el joven mesero que los había tirado, estaba disculpándose con nerviosismo, tratando de recoger los vidrios rotos.

Tin que se encontraba ahí, se mantenía estático mientras Win lo tenía del cuello, apretando de su camisa.

— ¿Qué sucede?

— Disculpe Khun Peat, fue culpa mía. Yo choqué con él. — dijo Tin mirándome con algo de pena, mientras intentaba deshacerse del agarre de Win.

— Win. ¡Suéltalo!

Win me miró, soltó la camisa de Tin y por primera vez, lo vi fulminarme con la mirada antes de caminar a la puerta de salida.

— ¿Qué le sucede? — dije, intentando que Tin me digiera lo que estaba sucediendo, pero en vez de eso solo lo vi agachar la cabeza con frustración.

Quise salir detrás de Win, pero cuando llegué a la puerta lo vi algo frustrado, fumando en una de las paredes alejadas del bar. ¿Acaso Winner fumaba? Di un pequeño paso, solo para chocar con el cuerpo fornido de Tin, delante mío.

— Iré yo.

Negué.

Después de verlos pelear a diario no podía seguir presenciando aquella situación. Tanto Winner como Tin eran importantes para mí.

— Iré yo, señor. — repitió.

— Tin — mencioné en advertencia.

— Win y yo tenemos algo que arreglar. Así que hoy no podré ir con usted. Tenga mucho cuidado y asegúrese de que nadie lo vea.

La voz de Tin sonó más seria de lo normal. Se alejó a pasos firmes y cuando lo vi hablar con Win, tiró el cigarro con mucha furia. Win quiso reclamar, pero Tin lo tomó del brazo, casi arrastrándolo, para luego subir a su auto y desaparecer de ahí.

**

Manejé hasta a unos metros cerca de la casa de mi hermano. Me detuve y vigilé por varias horas sin ser visto. Dos horas después, Boss salió. Se dirigió sigilosamente hasta su auto y manejó hasta el bar donde se encontró con Noeul. Los vi conversar y después de tanto tiempo una sonrisa se formó en los labios de aquel guitarrista.

Lo último que recordaba era su rostro triste con lágrimas formándose en sus ojos y un pequeño destello de odio en su mirada. Ahora no podía ver nada de eso. Solo podía ver una sonrisa, cargada de timidez cuando mi hermano se acercó peligrosamente para robarle un beso.

Cuando aparecí detrás de ellos, Noeul levantó las cejas, desvió la mirada por un segundo y luego volvió a mirarme.

— Boss — dije, para llamar la atención de mi hermano.

Noeul no pareció sorprenderse cuando llamé a mi hermano por su nombre, en lugar de eso espero a que mi hermano se pusiera delante de suyo para protegerlo. Algo que lastimó mi ego. ¿Acaso pensaba que yo era capaz de lastimarlo?

NUNCA DEJES DE SONREIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora