Después de la muerte de sus padres y convertirse en una trihíbrida Kath decide mudarse a Beacon Hills para una nueva vida,se encontrará a una manda muy misteriosa y se enamorará de alguien no muy bueno.
Lo que tampoco se espera es que en está ciuda...
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Hayden estaba realmente mal. La llevamos como pudimos hacia la veterinaria para saber qué hacer. La recostamos encima de la mesa y pocos minutos después, vi el jeep afuera. Observé cómo el alfa salía bajo la intensa lluvia.
No me di cuenta de lo que pasaba hasta que miré por la ventana y los vi discutiendo. Agudicé mis oídos y escuché cómo Scott le reprochaba a Stiles por haber matado a Donovan. ¿Cómo se había enterado?
Miré a Theo, confundida.
—Tenía que contárselo —dijo Theo, defendiéndose.
—Eso era algo que él tenía que hacer, no tú —respondí, sintiéndome un tanto molesta.
—Necesitaba saber la verdad —añadió, justificando por qué lo había hecho.
—Hablaremos de esto luego —dije, mientras escuchábamos la discusión afuera.
No pude contenerme y me acerqué a Scott y Stiles.
—No puedes culparlo así, Scott —intervine, apareciendo junto a Stiles con velocidad vampírica.
—¿Tú lo sabías? —me preguntó, visiblemente molesto.
—Me enteré hace poco —respondí, defendiendo a Stiles.
Scott frunció el ceño. —Tú sabías que lo mató, nosotros no hacemos eso —dijo, señalando a Stiles.
—¡Fue en defensa propia! —exclamé, exasperada.
—Siempre hay otra opción —insistió, con voz firme.
—O sea, ¿me estás diciendo que nosotros no matamos, pero tú sabes lo que he hecho en el pasado? —respondí, sintiéndome cada vez más irritada.
—Tú eres una Mikaelson, se puede esperar de ti, pero de Stiles no —replicó Scott, con dureza.
—No te atrevas a hablarme así, Scott, no de mi familia, porque no lo consentiré —respondí, más cabreada aún—. Más tarde te darás cuenta de que lo que dices está mal.
Stiles permanecía en silencio, pero pude ver la tensión en su expresión. Me acerqué a él, colocando una mano reconfortante en su hombro.
—No puedo simplemente ignorar esto, Kath. Es demasiado serio —dijo Scott, su tono más calmado pero firme.
—Lo sé, Scott, pero también sé que Stiles no es un asesino. Todos cometemos errores y tomamos decisiones difíciles en situaciones límite —respondí, tratando de apaciguar la situación.
Dí por terminada la conversación y me fui junto a Stiles, para ayudarlo a calmarse.
—Estaremos bien, Stiles. Todo saldrá bien —le aseguré en un susurro mientras nos montábamos en su Jeep.
Podía ver la angustia en su rostro, los efectos de la discusión con Scott aún visibles en su mirada. Decidí intervenir para tranquilizarlo.
—Stiles, escúchame —le dije suavemente, poniendo una mano en su hombro para transmitirle calma—. Todo va a salir bien. Scott está tenso ahora, pero con el tiempo entenderá lo que sucedió. Tú hiciste lo que tenías que hacer para protegerte.
