Capítulo 27

227 23 0
                                    

Después de llegar a casa y tomar una larga ducha para tratar de olvidar lo que había pasado ayer, recibí una llamada de Scott

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de llegar a casa y tomar una larga ducha para tratar de olvidar lo que había pasado ayer, recibí una llamada de Scott. Me dijo que Noah le había contado que antes pensaba que si llegara a tener un hijo, lo llamaría Stiles, como el apodo que le daban a su padre.

Esta nueva revelación nos dejó con una teoría completamente diferente.

Me revolví de un lado a otro en la cama, incapaz de conciliar el sueño. Como si fuera un depredador en busca de su presa, me dirigí al bosque para correr un rato. Necesitaba liberar todo ese estrés acumulado, y la oscuridad de la noche parecía ofrecer un ambiente relajante.

Corría por los senderos del profundo bosque, escuchando el crujir de las hojas bajo mis pies con cada zancada.

Mientras corría, dejé que mis pensamientos vagaran libremente, tratando de procesar toda la información que había recibido recientemente. El aire fresco de la noche me envolvía, y cada paso que daba parecía llevarme un poco más lejos de mis preocupaciones.

A medida que avanzaba entre los árboles, la oscuridad del bosque parecía abrazarme, envolviéndome en su tranquilidad. La luz de la luna se filtraba entre las ramas, creando sombras danzantes en el suelo. Me sentía liberada, como si cada paso que daba me acercara un poco más a comprender la complejidad de la situación en la que nos encontrábamos.

Pero todo se detuvo cuando una bala me impactó en el muslo, haciendo que cayera directamente al frío suelo. Gruñí y saqué mis colmillos al sentir cómo alguien se acercaba, y cuando miré, eran Melissa y Chris.

Los miré con rabia y mis ojos se cerraron.

Me levanté con un grito al sentir un dolor insoportable en mi muslo y sentí cómo me agarraban y me volvían a poner estirada.

—Mantenla quieta —le ordenó mientras hacía algo en mi pierna.

Los miré mal y miré a los lados para saber dónde rayos me encontraba.

—¿La morgue? Aún no estoy muerta, por desgracia —reí.

Estaba verdaderamente sudando y sentía descargas eléctricas por mi cuerpo, todo por culpa de la puta bala.

—Eres una tríbrida, aquí abajo es reservado y esto va a doler, intenta no aullar —me explicó Melissa.

Sentí el frío metal de las pinzas que estaba utilizando y eché la cabeza hacia atrás, gimiendo por el dolor.

Clavé mis uñas involuntariamente en el brazo de Chris.

—¿Tienes algo para el dolor? —preguntó él.

—No hace falta, puedo soportarlo —asentí con la cabeza mientras mordía mi labio.

—Es para mí —espetó, viendo su brazo.

Lo fulminé con la mirada. En serio, ¿se queja por esto? Como si no me estuvieran destrozando el muslo.

—¿Qué hacías en el bosque? —preguntó Melissa instrigada.

Doing all for love//Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora