Capítulo 35

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El viaje a Beacon Hills fue rápido y estresante

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El viaje a Beacon Hills fue rápido y estresante. Los sueños, las muertes, la sangre, los gritos... todo se amontonaba en mi cabeza. Al ver el cartel de bienvenida al pueblo, me estremecí, pero la cálida mano de Theo tocó la mía y me sonrió, brindándome un momento de paz.

Bajamos del coche al llegar frente a la casa de Scott y fuimos a tocar la puerta.

—Bienvenidos de nuevo —dijo Scott, abriendo la puerta con una amplia sonrisa.

—Scotty —respondí, aliviada al ver a mi alfa.

—Pasad —nos invitó, haciéndose a un lado para dejarnos entrar.

Cruzamos el umbral de la puerta y nos dirigimos al comedor, donde estaban las dos chicas. Corrí directamente a abrazar a la pelirroja. La había echado mucho de menos.

—Hola, hermanita —dijo devolviéndome el abrazo.

—Lyds —murmuré, sintiendo una mezcla de alegría y alivio.

—Perdón por interrumpir, pero ¿qué hace él aquí? —preguntó Malia, señalando a Theo con cierta molestia.

—Está conmigo —respondí firmemente.

—¿Cómo sabemos que está de nuestra parte? —insistió ella sin ocultar su desconfianza.

—Porque cambié, alguien me cambió —dijo Theo, mirándome con sinceridad. Le sonreí.

—Y bueno, ¿de qué nos hemos perdido? —pregunté, intentando cambiar de tema.

—Lo primero fue un montón de animales muertos, asesinados entre ellos —comenzó McCall, su expresión se volvió grave.

—Luego Lydia tuvo una premonición de que algo malo sucedería —añadió la coyote.

—A ver si adivino, ¿había telarañas en esa visión? —pregunté, sintiendo un escalofrío.

—Exacto —confirmó Lyds, mirándome con sorpresa.

—Porque yo tuve la misma —expliqué, viendo cómo la preocupación crecía en sus rostros.

—Después de la premonición, fuimos al bosque y encontramos un perro del infierno muerto —continuó el castaño.

—Espera, ¿qué? —exclamé, incrédula.

—¿No que era imposible matar uno? —preguntó Raeken, compartiendo mi sorpresa.

—Encontramos una bala Argent en el lugar —dijo Malia, con tono sombrío.

—Así que tenemos que buscar a Chris y descubrir qué ocurre —concluyó Lydia.

Nos miramos unos a otros, sabiendo que teníamos otro misterio entre manos.

—Nos vamos a separar —dijo el alfa tomando la iniciativa—. Kath, Malia y yo iremos a buscar a Chris, y Lydia y Theo solucionarán lo del perro del infierno con Parrish.

Doing all for love//Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora