Capítulo 16

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Pasé gran parte del día sola en mi habitación, sumida en un mar de lágrimas y pensamientos turbios

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Pasé gran parte del día sola en mi habitación, sumida en un mar de lágrimas y pensamientos turbios. Las llamadas de Scott y Stiles se acumulaban en mi teléfono, pero opté por ignorarlas todas. No tenía ánimos de hablar con nadie; necesitaba estar sola.

Lancé la bolsa número diez de sangre al suelo. Había vuelto a beber más de la cuenta. Era la única forma que tenía de encontrar algo de alivio, aunque fuera temporal. El líquido carmesí, una vez mi fuente de fuerza y vitalidad, ahora solo me recordaba mi propia debilidad y vulnerabilidad.

Me sequé las lágrimas con determinación. Era hora de dejar de lamentarme y enfrentar la situación de una vez por todas. Me levanté de la cama con una resolución firme y decidida a actuar. Tomé un cuchillo afilado y lo guardé discretamente en mi cinturón. No sabía qué me esperaba al enfrentarme a Theo, pero estaba lista para cualquier desafío.

Con pasos decididos, salí de mi habitación y me dirigí hacia donde sospechaba que encontraría a Raeken. Mi mente estaba en calma, aunque mi corazón latía con nerviosismo. Estaba lista para enfrentar la verdad y buscar la justicia que tanto necesitaba.

No pasó mucho tiempo para encontrarlo. Theo estaba sentado en unas rocas en el bosque, como el primer día que lo conocí, como si me estuviera esperando. La visión de él despertó una mezcla de emociones en mí: ira, dolor y también un amor complicado que no podía negar.

Sin pensarlo, lancé un par de golpes en su dirección, tumbándolo al suelo mientras lo golpeaba, pero él no parecía devolver mis golpes. Cogí el puñal, dispuesta a darle en el corazón, pero detuve el cuchillo en el aire antes de que pudiera alcanzarlo.

Me separé de él mientras una lágrima escapaba de mis ojos.

—¡Hazlo, Katherine, lo merezco! —me gritó él mientras se levantaba con dificultad.

—Vine a hacerte daño, como tú nos lo has hecho a nosotros. Pero verte frente a mí... yo lo odio —sujetaba aún mi cuchillo, pero temblando—. Odio los recuerdos que tengo sobre ti, odio que tenga que hacer esto yo, porque nadie más lo hará —él me miraba triste y arrepentido—. Pero sobre todo, te odio por ser mi novio y por ser parte de mi extraña familia desordenada —a estas alturas, lloraba, pero me era igual—. Y por hacerme quererte, Theo Raeken.

Theo se quedó en silencio, sus ojos encontrando los míos con una mezcla de tristeza y comprensión.

—Katherine, no puedo justificar lo que he hecho, pero todo lo que hice fue para protegerte, aunque parezca lo contrario —dijo con voz cargada de emoción.

Me quedé mirándolo, sintiendo una oleada de emociones abrumadoras. No quería lastimarlo, pero tampoco podía permitir que sus acciones quedaran impunes.

Theo se acercó lentamente, como buscando algo en mi mirada. Sin decir una palabra, me abrazó con fuerza, como si quisiera aferrarse a mí.

No lo sabía, pero este era justo el consuelo que necesitaba en estos momentos.

Doing all for love//Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora