Después de la muerte de sus padres y convertirse en una trihíbrida Kath decide mudarse a Beacon Hills para una nueva vida,se encontrará a una manda muy misteriosa y se enamorará de alguien no muy bueno.
Lo que tampoco se espera es que en está ciuda...
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Estaba caminando por el bosque porque Stiles me había contado que junto con Liam estaban espiando a Theo y que ahora se encontraban aquí, en donde estoy. Mientras me dirigía hacia la ubicación exacta de Stiles, sentí una respiración detrás de mí, así que sin más pensarlo, me giré alzando la mano y pronuncié el hechizo:
— Motus.
El hechizo lanzó a la persona que estaba detrás mío, haciéndola salir volando. Cuando me acerqué para ver quién era, quedé sorprendida al descubrir que era Theo.
— ¡Theo! —exclamé, extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse— ¡Te podría haber herido gravemente!
— Ya he aprendido la lección —respondió Theo, tocándose la parte posterior de la cabeza, lo cual reveló una herida que estaba sangrando—. Lo siento.
oh no estaba sangrando.
Me alejé un poco de él para no hacerle daño, ya que la cercanía con Theo despertaba mi sed de sangre. Mis ojos comenzaron a mostrar venas de vampiro y tuve que esforzarme por mantener la compostura.
— ¿Qué te pasa? —preguntó Theo, acercándose un poco más.
— Por favor, aléjate. Aún no controlo bien mi sed de sangre —le expliqué, sintiendo la lucha interna por mantenerme bajo control.
Comencé ha recordar lo que me había dicho Scott hace poco.Así que empece a recordar a mis padres .Después de un momento tenso, logré tranquilizarme y volver a la normalidad.
— Estoy bien, gracias —respondí, tratando de ocultar mi incomodidad.
Theo y yo nos quedamos mirándonos en silencio, como si ambos estuviéramos tratando de descifrar algo el uno del otro.
De repente, escuchamos ruidos y nos separamos, encontrándonos con Stiles y Liam.
— ¿Qué estáis haciendo aquí? —preguntó Theo, mirando a Liam de manera desafiante—. Seguro que es más fuerte de lo que parece.
— Solo si lo dejamos suelto —respondió Stiles, poniéndose a mi lado en actitud protectora.
— Stiles, jugamos juntos en la liga infantil —dijo Theo, tratando de suavizar la tensión—. ¿Por qué desconfías tanto de mí?
Stiles sacó algunos papeles y se los mostró.
— Mira esto. Una es una multa firmada por tu padre hace ocho años, la otra es la solicitud de traslado al instituto de Beacon, y son diferentes —explicó Stiles, señalando las discrepancias.
— Sí, parecen un poco diferentes —admitió el.
— No, son firmas de dos personas distintas —aclaró Stiles.
Yo escuchaba la conversación con atención, debatiéndome entre apoyar a Stiles o darle una oportunidad a Theo. La situación era confusa y llena de preguntas.
