Capítulo 10.1

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PARTE 1

Estaba subiendo en el ascensor del hospital junto a Melissa

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Estaba subiendo en el ascensor del hospital junto a Melissa. Scott se metió en problemas y tuve que venir a ayudarlo.

Las puertas del elevador se abrieron lentamente al llegar a la planta, y vi al alfa siendo agarrado por el cuello por uno de esos doctores malignos. Sin pensarlo, saqué mis colmillos y rugí al ver cómo el doctor soltaba a Scott y lo arrojaba lejos. Corrí hacia el tipo lo más rápido que pude y le di una patada en el estómago, haciéndolo retroceder.

—¡Incendia! —chispeé, pero pareció no hacerle efecto.

Con un movimiento rápido, el doctor me agarró del cuello y me levantó del suelo. Forcejeé, intentando liberarme de su agarre mientras comenzaba a quedarme sin aire.

—¡Katherine! —escuché a Melissa gritar.

No sé de dónde saqué la fuerza, pero le di un puñetazo en la cara, lo que logró hacer que me soltara. Aprovechando mi velocidad vampírica, regresé al ascensor justo antes de que las puertas se cerraran.

Al conseguirlo, vi a Scott en el suelo, aún recomponiéndose. Me apoyé en la pared del ascensor, tratando de recuperar el aliento.

—¡Gracias! —exclamó Scott, mirándome con gratitud.

—No deberíamos haber leído ese libro —respondí entre jadeos, sintiendo la adrenalina disminuir.

Hoy pasaron tantas cosas que perdí la cuenta.

Horas antes

Estábamos en la comisaría de Beacon Hills, en el despacho de Noah, recopilando información sobre los doctores del miedo que conocíamos.

El padre de Stiles tenía fotos de los desaparecidos y tachó la foto de Tracy.

—Quimera —dijo él, observando las fotos.

—Dos quimeras muertas —añadió Stiles.

—Y ocho nuevas —añadí yo.

—Así que diez en total —concluyó Stiles.

Noah señaló una foto en el tablero.

—Creo que tal vez son once —añadió viendo la foto de Donovan —Los técnicos de la estación confirmaron algo para mí. Dijeron que tanto el bloque de celdas como las cámaras pudieron fallar por un cortocircuito —nos explicó.

Al parecer, habían encarcelado a Donovan en una celda después de lo que hizo, pero horas después desapareció misteriosamente y las cámaras fallaron en ese momento.

—¿Quién fue? —pregunté extrañada.

Noah señaló la portada del libro.

—Ellos —confirmó el sheriff—. Esos doctores o como se llamen se lo llevaron.

Doing all for love//Theo RaekenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora