**Capítulo 14: Cumpleaños**

29 3 0
                                    

**Mariel**

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

**Mariel**

Finalmente, el día había llegado. Era mi cumpleaños y cumplía 212 años. Había pasado ya bastante tiempo desde mi caída al Infierno y mi separación de mis hermanos en el Cielo. Desde que papá Alastor me adoptó, cada año marcaba una línea en la pared de mi habitación para registrar mi crecimiento. Y hoy, por fin, estaba alcanzando una nueva etapa de mi vida.

Aunque aún era pequeño comparado con muchos demonios, ya no era el bebé ángel que todos conocían. Había crecido lo suficiente como para estar un poco más alto que Lucifer Morningstar, el padre de tía Charlie, quien apenas medía 1.50 cm. Siempre me había sorprendido su baja estatura, considerando su gran poder y autoridad.

Me encontraba en la habitación de papá Alastor, disfrutando de un baño caliente. Al salir del agua y mirar mi reflejo en el espejo, sentí una mezcla de sorpresa y desconcierto al descubrir una verdad que no conocía hasta ahora: era hermafrodita. Sabía que algunos ángeles varones poseían ambos géneros, pero nunca pensé que eso me incluiría a mí. La revelación me dejó aturdido y un poco asustado.

—¿Qué significa esto? —me pregunté en voz baja, observando mi reflejo con una sensación de extrañeza y curiosidad.

A pesar de la sorpresa, una parte de mí se sintió orgullosa. Estaba entrando en una nueva etapa de mi vida, dejando atrás la fragilidad de mi infancia. Aunque aún no era completamente fuerte y robusto, sabía que ya no era un bebé ángel, y eso me llenaba de esperanza.

Al salir del baño, encontré un traje rojo perfectamente colocado sobre la cama. Era un traje elegante, similar al que papá Alastor solía usar. Me vestí con cuidado, ajustando el moño negro con esmero, mientras me miraba en el espejo con una mezcla de orgullo y emoción. El traje me quedaba bien, y por primera vez, me sentí verdaderamente como parte de la familia de papá Alastor.

 El traje me quedaba bien, y por primera vez, me sentí verdaderamente como parte de la familia de papá Alastor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras admiraba mi reflejo, tía Ángel Dust entró en la habitación. Su sonrisa coqueta iluminó la estancia y me miró con una expresión de admiración.

—Oh, pero qué guapo te has puesto, Mariel. —dijo con su característica voz encantadora—. ¡Eres más guapo que Lucifer Morningstar y Satanás juntos! —bromeó, abrazándome con fuerza y cariño.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora