**Capítulo 4: No Quisieras un Hijo, Alastor**

43 5 1
                                    

**Alastor**

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

**Alastor**

Era una mañana tranquila en el Hazbin Hotel. Todos estábamos reunidos en el comedor disfrutando de mi famoso jambalaya. Lucifer, como de costumbre, mostraba cierto escepticismo hacia mi cocina.

—Oh, Lucifer, ¿por qué no pruebas un poco? No creo que esté envenenado —bromeé, riéndome mientras servía otra porción.

Lucifer me lanzó una mirada de advertencia, pero antes de que pudiera responder, Charlie intervino con una sugerencia inesperada.

—Oye, Alastor, he notado que te sientes solo últimamente. Creo que podrías considerar tener un hijo adoptivo. Sería genial para ti tener alguien que alegrara tus días —propuso, sonriendo con calidez.

Mis ojos brillaron con una mezcla de sorpresa y diversión. La idea de tener un hijo adoptivo nunca se me había pasado por la cabeza, pero la propuesta de Charlie resonó en algún lugar dentro de mí.

—¿Un hijo adoptivo, dices? —pregunté, jugando con la idea en mi mente—. Eso podría ser interesante. ¿Tú qué opinas, Lucifer?

Lucifer frunció el ceño, evidentemente no muy emocionado con la idea.

—No sé, Alastor. ¿Estás seguro de que serías un buen padre? —inquirió, con una pizca de sarcasmo en su tono.

—¡Claro que sí! —intervino Charlie, defendiéndome—. Alastor tiene un lado cariñoso y protector. Además, sería genial para él tener a alguien a quien enseñarle sus trucos de radio y música.

Me recargué en mi silla, pensativo. La idea de compartir mi amor por la música y la diversión con un hijo adoptivo era tentadora.

—Quizás podríamos considerarlo. ¿Dónde buscaríamos a un hijo adoptivo en el infierno? —pregunté, intrigado por la perspectiva.

Charlie sonrió, sabiendo que estaba ganando terreno.

—Podríamos preguntar al Control para la Adopción de Criaturas Celestiales e Infernales. Ellos manejan todo tipo de adopciones aquí en el infierno. Seguro que podrían ayudarnos a encontrar al candidato perfecto para ti —sugirió con entusiasmo.

Lucifer rodó los ojos, pero no pudo evitar una sonrisa leve.

—Supongo que no hay daño en intentarlo. Pero Alastor, asegúrate de elegir bien. No queremos un pequeño demonio causando estragos en el hotel —advirtió, aunque suavizó su tono con una mirada cómplice hacia Charlie.

Asentí con determinación.

—Lo tendré en cuenta. No te preocupes, Lucifer, prometo que seré un padre responsable.

Con esa decisión tomada, el resto del desayuno transcurrió entre risas y discusiones sobre cómo encontraríamos al hijo adoptivo perfecto para mí. El Hazbin Hotel nunca dejaba de sorprenderme con sus giros inesperados, y esta vez, parecía que mi vida iba a dar un giro emocionante gracias a la sugerencia de Charlie.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora