Alastor, el Demonio de la Radio, era un poderoso Overlord envuelto en intriga y misterio. Llevaba una existencia solitaria hasta que la princesa del infierno, Charlie Morningstar, lo convenció de adoptar a un hijo. Al principio, Alastor dudó, pero l...
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A la mañana siguiente
Lucifer se despertó temprano, se arregló meticulosamente poniéndose su saco blanco, pantalón blanco y botas de tacón negras, que lo hacían ver más alto. Se colocó su sombrero de copa blanco y tomó su bastón de manzana antes de salir de la habitación. Sabía que lo que estaba a punto de hacer no sería fácil, pero estaba decidido a pedir la bendición y el permiso de Alastor para casarse con Mariel.
Se dirigió con paso firme a la habitación de Alastor, la determinación en su mirada era evidente. Sabía que Alastor tenía razones para rechazarlo, especialmente por el tumultuoso inicio de su relación con Mariel, que había comenzado con problemas y había sido una forma de venganza hacia Lilith y Alastor. Pero con el tiempo, Lucifer había dejado de lado su deseo de venganza y había reconocido sus sentimientos profundos por Mariel. A pesar de sus esfuerzos, Lucifer estaba convencido de que Alastor diría un rotundo "NO".
Al llegar a la puerta de la habitación de Alastor, Lucifer tomó una respiración profunda y tocó con firmeza. La puerta se abrió y Alastor apareció, con su mirada afilada y su presencia imponente.
—Lucifer Morningstar —dijo Alastor, con una mezcla de curiosidad y desdén—. ¿Qué te trae por aquí a esta hora tan temprana?
Lucifer se inclinó ligeramente en señal de respeto y dijo:
—Buenos días, Alastor. Vengo a pedirte algo importante. Quiero tu bendición y tu permiso para casarme con Mariel.
Alastor alzó una ceja, claramente sorprendido.
—¿Casarte con Mariel? —preguntó, su tono era una mezcla de incredulidad y escepticismo—. ¿No te parece que es un poco tarde para esta clase de peticiones, Lucifer? Después de todo lo que ha pasado entre nosotros, ¿de verdad crees que voy a aceptar?
Lucifer se mantuvo firme y respondió con determinación:
—Sé que nuestra relación ha tenido problemas y entiendo por qué podrías estar enojado. Pero lo que siento por Mariel es genuino. Lo que comenzó como venganza se ha transformado en algo profundo y verdadero. Lo que te pido es tu comprensión y tu bendición. Quiero construir un futuro con Mariel y sé que tu apoyo sería fundamental para él.
Alastor lo miró con intensidad, sopesando las palabras de Lucifer. Luego, su expresión se tornó pensativa.
—Es una petición audaz, Lucifer. Y aunque no te lo admitiré fácilmente, has demostrado que tus sentimientos por Mariel son reales. Sin embargo, no puedo garantizar que sea fácil para mí aceptar esta propuesta. Mariel ha sufrido mucho, y ver que está con alguien como tú, que en el pasado solo ha traído problemas, me resulta complicado.
Lucifer asintió, consciente de la dificultad de la situación.
—Lo entiendo. Solo te pido una oportunidad para demostrarte que lo que quiero es hacerlo feliz. Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para ganarme tu respeto y tu aceptación.
