🥀Capítulo 69: arreglos para la boda🥀

3 1 0
                                    


*En el Hazbin Hotel*

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

*En el Hazbin Hotel*

Narrador omnisciente

Habían pasado días desde el incidente en el que Mariel fue secuestrado por el Overlord, y la calma había vuelto, al menos en apariencia, al Hazbin Hotel. Hoy era un día importante, una comida familiar que uniría a la familia Morningstar con la familia Brown. Una ocasión especial, pues entre risas y comida, se discutirían los preparativos para la boda de Lucifer y Mariel, el evento más esperado en el Infierno.

En el gran salón del hotel, los preparativos ya estaban en marcha. Niffty se movía rápidamente, limpiando y decorando la sala con flores rojas y doradas, mientras Husk, sentado detrás de la barra, preparaba bebidas fuertes para la ocasión, aunque refunfuñaba por dentro. Angel Dust, en su estilo típico, jugaba con los ingredientes de la comida, lanzándolos al aire mientras bromeaba con Niffty y Husk.

—¿Quién hubiera pensado que el Rey del Infierno se casaría? —comentó Angel Dust con una risita burlona—. ¡Y encima con un angelito! Esto será la boda del siglo.

—Ya basta, Angel —replicó Husk con su usual tono seco—. Sabes que si Lucifer escucha algo, te mandará a volar.

Angel Dust sonrió y se encogió de hombros, sin perder su buen humor.

—Oh, por favor. Como si el jefe no supiera que esto es lo más divertido que ha pasado aquí en mucho tiempo.

Mientras tanto, en una de las mesas cercanas, Vaggie estaba sentada al lado de Charlie, quien parecía un poco nerviosa. Vaggie, siempre la voz de la razón, le acariciaba el brazo con suavidad, intentando calmarla.

—Va a salir todo bien, amor —dijo Vaggie en voz baja—. Lo hemos planeado durante semanas. Hoy solo es una comida, y después podrán fijar la fecha.

Charlie sonrió débilmente, agradecida por el apoyo de su novia, pero sus ojos no podían evitar mirar hacia la puerta, esperando a que Lucifer, Mariel y Alastor entraran.

—Lo sé, pero... nunca he visto a mi papá tan emocionado —respondió Charlie, suspirando—. ¡Lucifer! ¿Emocionado? Es extraño... y un poco aterrador.

Vaggie sonrió y le dio un beso en la mejilla.

—Bueno, lo único que importa es que tú y Mariel están felices. Además, es lindo ver que tu papá se está tomando esto en serio. Todo el Infierno está hablando de esto.

No pasó mucho tiempo antes de que la gran puerta del salón se abriera, y Lucifer entró con su porte majestuoso de siempre. Llevaba un traje negro impecable, con detalles dorados que hacían juego con sus ojos brillantes. Alastor lo seguía, vistiendo su característico traje rojo con un bastón en mano, sonriendo de esa manera inquietante pero encantadora. Finalmente, Mariel caminaba detrás de ellos, con un aire de nerviosismo, pero también de emoción.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora