**Capitulo 53: Deja ir a mi Preciosa **

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Pasó un mes y Valentino, fiel a su palabra, había liberado a Angel Dust del contrato que lo ataba

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Pasó un mes y Valentino, fiel a su palabra, había liberado a Angel Dust del contrato que lo ataba. Sin embargo, Mariel se encontraba en una situación cada vez más desesperada. A pesar de la libertad de su tía, Mariel se sentía atrapado y roto por dentro. El placer que Valentino le proporcionaba estaba teñido de miedo y sumisión, una mezcla tóxica que lo hacía sentir vacío y ansioso.

Mariel solía encerrarse en el baño, abrazando sus piernas mientras contemplaba fotos de Lucifer Morningstar, su novio. "Te extraño mucho, Luci," susurraba, sus ojos llenos de tristeza y añoranza.

Más tarde, Valentino decidió llevar a Mariel al centro comercial para comprarle más joyas y ropa atrevida. Como siempre, Mariel llevaba puesta su lencería negra y provocativa, el uniforme que Valentino le imponía tanto dentro como fuera de casa. Mientras caminaban por el centro comercial, Valentino mantenía un agarre firme en la cadera de Mariel, exhibiéndolo como un trofeo.

"Hoy vamos a comprarte algo especial," dijo Valentino, su voz llena de posesión y satisfacción. "Quiero que todos vean lo increíble que eres."

Mariel forzó una sonrisa, su mente perdida en pensamientos sobre Lucifer. "Claro, Valentino," respondió, su voz sin entusiasmo. Sentía la mirada de los demás demonios sobre él, evaluándolo, admirándolo o incluso envidiándolo.

Mientras caminaban, Mariel sintió una oleada de desesperación. "Valentino, ¿podemos hablar?" preguntó, su voz temblorosa pero decidida.

Valentino lo miró con curiosidad. "¿Hablar? ¿Sobre qué, mi estrella?"

Mariel tomó una respiración profunda, tratando de encontrar el coraje. "Quiero... quiero volver al hotel. Extraño a Lucifer y a los demás. Ya no quiero seguir haciendo esto."

Valentino frunció el ceño, su agarre en la cadera de Mariel se volvió más fuerte. "¿Volver al hotel? ¿Estás diciendo que ya no quieres estar conmigo?" Su voz estaba cargada de amenaza y desaprobación.

Mariel asintió, sus ojos llenos de lágrimas contenidas. "Sí, Valentino. Por favor, déjame ir. He cumplido con mi parte del trato. Angel Dust es libre y ahora quiero recuperar mi vida."

Valentino lo miró fijamente, su expresión oscura y peligrosa. "Sabes que no puedes simplemente irte, Mariel. Eres mío. Pero..." Su voz se suavizó un poco, con un tono casi condescendiente. "Si realmente quieres irte, tendrás que convencerme."

Mariel sintió un nudo en el estómago. "¿Cómo... cómo puedo convencerte, Valentino?"

Valentino sonrió, una sonrisa que no prometía nada bueno. "Demuéstrame que puedes vivir sin mí. Demuéstrame que aún eres fuerte, que aún tienes ese espíritu rebelde. Si lo haces, te dejaré ir."

Mariel asintió lentamente, sabiendo que la tarea sería difícil, pero decidido a intentarlo. "Lo haré, Valentino. Te lo demostraré."

El centro comercial se convirtió en un campo de batalla emocional mientras Mariel luchaba por mostrar su independencia y fuerza, incluso bajo la mirada constante y la posesión de Valentino. Sabía que la verdadera batalla sería ganar la confianza de Valentino para que lo dejara ir, y cada momento que pasaba lo acercaba más a la libertad que tanto anhelaba.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora