Alastor, el Demonio de la Radio, era un poderoso Overlord envuelto en intriga y misterio. Llevaba una existencia solitaria hasta que la princesa del infierno, Charlie Morningstar, lo convenció de adoptar a un hijo. Al principio, Alastor dudó, pero l...
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Al regresar al hotel, Mariel se sintió más aliviado y emocionado por la noticia de las gemelas. Lucifer, al enterarse de la noticia, estaba eufórico. A medida que Mariel y sus acompañantes entraron en el hotel, Lucifer los recibió con una sonrisa radiante.
—¡Mariel! ¡Escuché las noticias! ¡Vas a tener gemelas! —exclamó Lucifer, abrazando a Mariel con ternura.
Mariel sonrió a través de sus nervios y agotamiento:
—Sí, es verdad. Estoy tan emocionado, pero también un poco asustado. Es una gran responsabilidad.
Lucifer le dio un beso suave en la frente y le dijo:
—No te preocupes, mi amor. Lo haremos juntos. Te tengo a ti y a nuestras pequeñas, y te aseguro que seré el mejor padre que pueda ser.
Mientras tanto, los preparativos para la llegada de las gemelas comenzaron. Lucifer organizó la habitación de las niñas, asegurándose de que todo estuviera perfecto. Compró cuna, ropa y otros accesorios necesarios, y se aseguró de que todo estuviera decorado con tonos suaves y acogedores.
—Vamos a hacer de esto un lugar maravilloso para nuestras hijas —dijo Lucifer, mientras arreglaba una lámpara en forma de estrella en la habitación—. Quiero que se sientan queridas y seguras desde el primer momento.
Mariel, aunque aún cansado, ayudó en todo lo que pudo. La preocupación y el estrés del embarazo se mitigaron con la ayuda de Lucifer y el apoyo de sus amigos y familiares. El hotel se llenó de una energía alegre y expectante a medida que se acercaba la fecha de parto.
Un día, Charlie y Vaggie llegaron con una gran sonrisa y varias cajas llenas de cosas para el bebé.
—¡Mariel! ¡Mira todo lo que hemos traído para las gemelas! —dijo Charlie, emocionada.
Mariel se sorprendió al ver la cantidad de ropa, juguetes y otros artículos para bebés.
—¡Esto es increíble! —exclamó Mariel—. No sé cómo agradecerles a todos por todo su apoyo.
Vaggie le dio un cálido abrazo y le dijo:
—No tienes que agradecer nada. Estamos aquí para ti y para las pequeñas. Esto es lo que hacen los amigos y la familia.
Mientras las semanas avanzaban, la anticipación por la llegada de las gemelas creció. Mariel y Lucifer pasaban tiempo juntos preparándose para el gran día, y el amor y la emoción llenaban cada rincón del Hazbin Hotel.
Finalmente, el gran día llegó. Mariel estaba en el hospital, rodeado por Lucifer, Charlie, Alastor, y los demás, esperando la llegada de sus hijas. Cada contracción era un recordatorio de lo cerca que estaban de conocer a las pequeñas que habían estado esperando con tanto anhelo.
—Estoy listo para ver a nuestras hijas —dijo Lucifer, tomándole la mano a Mariel con firmeza—. Estoy tan feliz de estar aquí contigo en este momento.
