Capítulo 45: Eva, Engaños y decisiones del amor

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**Lucifer Morningstar**

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**Lucifer Morningstar**

Al ver a Eva en la jaula dorada y no a Lilith, miles de preguntas surgieron en mi mente. Miguel, con una expresión sombría, la llevó a una habitación del hotel y la encerró. Justo antes de que él cerrara la puerta, le grité, lleno de curiosidad y desesperación:

—¿Y la verdadera Lilith? ¿Dónde está?

Eva, en lugar de responderme directamente, dirigió su mirada hacia Adán con una mezcla de remordimiento y nostalgia.

—No lo sé —respondió finalmente, con una voz cargada de una verdad amarga—. La reemplacé cuando ya te había abandonado, Lucifer. Ella fue quien hizo el trato con mi esposo Adán. Yo solo continué su vida, su papel, pero no sé dónde está. Y si la encuentras... —se detuvo un momento, una sonrisa amarga cruzando sus labios—. Oh, no me digas... ¿La harías tu esposa otra vez y mandarías a tu querido Mariel a la basura?

La ira se encendió en mis ojos, pero antes de que pudiera responder, ella continuó:

—Así es, Lucifer. Lilith nunca tuvo el control sobre Mariel a través del collar de rubíes. Fui yo quien lo controló todo este tiempo. —Su mirada se volvió aún más fría—. Pero ahora veo que si encontraras a Lilith, le romperías el corazón a Mariel por tercera vez. Eso es lo que haces, ¿verdad? Engañas y traicionas, tal como lo hiciste cuando me diste la manzana de la tentación y del pecado. Solo te estoy diciendo la verdad, Lucifer.

Adán, con un rostro lleno de compasión y tristeza, se acercó a la jaula y tomó la mano de Eva con ternura.

—Eva... lo de la manzana no fue tu culpa. Te engañaron y traicionaron para que la mordieras. —Su voz era suave y consoladora—. Sé que Lucifer te lastimó junto con Lilith, dándote la manzana. Pero quiero que sepas que yo siempre te amaré. Tú nunca me abandonaste como lo hizo Lilith. Eres mi pareja, y estaré contigo.

Eva lo abrazó desde la jaula dorada, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y esperanza.

—Ven a visitarme, Adán —le susurró, su voz temblando con una mezcla de emociones. Luego, me miró directamente, su mirada llena de desafío y resentimiento—. No sé dónde está Lilith, pero si la encontraras, estoy segura de que dejarías a Mariel por ella. Eres el demonio más traicionero que he conocido.

Sostuvo la mano de Adán con cariño, como si encontrara consuelo en su toque, mientras yo, atrapado en un torbellino de emociones, no podía apartar la mirada de la escena. La traición, el amor y el dolor se mezclaban en el aire, y cada palabra de Eva resonaba en mi mente como un eco de la verdad más amarga.

————

**Lucifer Morningstar**

Miré fijamente a Eva mientras ella sostenía la mano de Adán, la frustración burbujeando en mi interior.

—Eva, te lo estoy preguntando por segunda vez. ¿Dónde está Lilith? —mi voz era firme, pero una sombra de desesperación se filtraba en mis palabras.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora