**Capítulo 26: Confundido, Cena Romántica y Miradas**

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#### Lucifer Morningstar

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#### Lucifer Morningstar

Estaba en mi estudio, un refugio de opulencia y misterio, con los Pecados Capitales, cada uno representando una faceta diferente del caos y la decadencia. El ambiente era denso con el humo de los cigarros y la expectación de la partida de cartas. Mammon, siempre con esa sonrisa astuta en el rostro, rompió el silencio con una pregunta que sabía que todos querían hacer.

—**Mammon**: Y dinos, ¿cómo está tu preciosa después de la violencia de Valentino? —Preguntó, apostando más fichas con una expresión de falsa inocencia.

Satán, mi hermano mayor, levantó la vista de sus cartas y lanzó una mirada severa a Mammon antes de responder.

—**Satán**: Créeme, Mammon, si no hubiera sido por mí, la princesa Mariel ya no estaría aquí con nosotros. —Dijo con una voz grave, dejando claro que su intervención había sido crucial.

Asmodeo y Leviatán se miraron y soltaron una risa burlona, disfrutando de la situación de manera casi infantil.

—**Asmodeo**: Chicos, chicos, no se dan cuenta. —Dijo Asmodeo, inclinándose hacia la mesa. —Lucifer está enamorándose. ¡Oh, qué tierno!

—**Leviatán**: Sí, ¿quién lo hubiera dicho? —Añadió Leviatán, su voz llena de sarcasmo. —Nuestro querido Lucifer atrapado por los encantos de un joven ángel.

Belcebú, que había estado en silencio hasta ese momento, me miró fijamente mientras bajaba cuatro reyes sobre la mesa. El Señor Pato, su compañero siempre enigmático, graznó suavemente a su lado.

—**Belcebú**: Entonces, Lucifer, ¿estás enamorado? —Dijo, su tono de voz más serio que el de los demás, pero igualmente curioso. —¿Qué pasó con tu plan de venganza contra Lilith y Alastor? Queremos saber los detalles. ¿Cómo fue que te enamoraste de ese joven ángel? Vamos, cuéntanos.

Me recosté en mi silla, sintiendo el peso de sus miradas inquisitivas. La oscuridad de la noche se mezclaba con la luz tenue de las velas, creando un ambiente cargado de tensión y expectación. Tomé un sorbo de mi copa de vino, saboreando el líquido antes de responder.

—**Lucifer**: No es tan simple como parece. —Dije, mi voz resonando con una mezcla de cansancio y determinación. —Mariel no es solo un ángel cualquiera. Él tiene algo... especial. Algo que me hace querer protegerlo, más allá de cualquier venganza o plan que tuviera.

Los demás se inclinaron hacia adelante, interesados en mi explicación. Mammon dejó sus cartas y me miró con curiosidad genuina.

—**Mammon**: ¿Especial cómo? —Preguntó, sus ojos brillando con una mezcla de interés y burla.

—**Lucifer**: Es difícil de explicar. —Respondí, sintiendo una extraña mezcla de emociones al pensar en Mariel. —Él tiene una inocencia y una valentía que rara vez se ve en el Infierno. Y su sonrisa... hay algo en su sonrisa que me recuerda que aún hay algo puro en este mundo.

MI PEQUEÑO ANGELITO-  ENTRE ENGAÑOS Y  TRAICIONES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora