Cap.66 Humanizando.

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Toshinori despertó suavemente, sin querer despertar a Izuku, quien dormía profundamente a su lado. Observó al muchacho, quien se había puesto el pijama de seda roja otra vez en medio de la noche. Sonrió al ver cómo el pijama se ajustaba perfectamente a su figura, y cómo su cabello descansaba suavemente en la almohada.

Se quedó admirándolo unos minutos, sonriendo y sintiéndose afortunado de aquello.

Decidió bajar a la cocina para pedirles a las sirvientas que prepararan algo delicioso para Izuku. Quería sorprenderlo con un desayuno especial. Las sirvientas asintieron y comenzaron a preparar un festín, mientras Toshinori se dirigía a los aposentos para colocarse ropa adecuada para atender unos asuntos del reino que requerían su atención.

Se vistió con una túnica elegante y se dirigió a la sala de reuniones, donde lo esperaban sus consejeros. Mientras discutían los asuntos del reino, Toshinori no podía evitar pensar en Izuku y en cómo lo haría sonreír con el desayuno que había pedido.

Después de una hora de reunión, Toshinori se disculpó y se dirigió de vuelta a la habitación, ansioso por ver a Izuku y sorprenderlo con el desayuno. Al entrar en la habitación, vio que Izuku seguía durmiendo, pero con una sonrisa en su rostro. Toshinori sonrió, sabiendo que había tomado la decisión correcta al pedir el desayuno especial.

Toshinori se acercó a Izuku y lo despertó suavemente.

Toshinori: Buenos días, mi amor.

Izuku se despertó con una sonrisa.

Izuku: Buenos días, Toshinori. ¿Qué hora es?

Toshinori sonrió.

Toshinori: Es temprano aún. Te traje el desayuno bebé.

Izuku se sentó en la cama y vio la bandeja con comida.

Izuku: Wow, gracias. Huele delicioso~.

Toshinori se sentó a su lado y le dio un beso.

Toshinori: Me alegra que te guste. Lo pedí especialmente para ti.

Izuku comenzó a desayunar.

Izuku: Mmm, está riquísimo. Gracias, Toshinori.

Toshinori se levantó.

Toshinori: De nada, mi amor. Hoy tengo muchos asuntos pendientes en el reino. Tengo que irme, así que espero que tengas buen provecho, no me extrañes tanto por favor.

Izuku asintió.

Izuku: Entiendo. Ve, no te preocupes por mí~.

Toshinori sonrió.

Toshinori: Gracias, Izuku. Te veré más tarde. Te amo.

Izuku sonrió.

Izuku: Te amo también, Toshinori. Ten cuidado.

Toshinori salió de la habitación, dejando a Izuku desayunando solo. Pero Izuku no se sentía solo, sabía que Toshinori estaba ocupado y que lo amaba. Siguió desayunando, disfrutando del delicioso festín que Toshinori le había dejado.

Izuku terminó de comer y se limpió la boca con una servilleta. Justo en ese momento, una costurera entró en la habitación con una sonrisa.

Costurera: Buenos días, señor Izuku. Le traje un nuevo camisón, como lo solicitó el rey Toshinori.

Izuku se sorprendió.

Izuku: Oh, gracias. No sabía que Toshinori había pedido algo para mí.

Romance medieval. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora