Cap.42 Quedate.

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Toshinori e Izuku llegaron al castillo, sus pasos resonando en los pasillos de piedra. Al entrar, fueron recibidos por Nana, quien notó de inmediato la tensión en sus rostros.

Nana: ¿Qué les ha pasado?

Preguntó Nana, su voz llena de preocupación.
Toshinori suspiró y le contó todo lo sucedido con Shirakumo. Nana escuchó atentamente, su expresión cambiando de preocupación a comprensión. Cuando Toshinori terminó, Nana se acercó a Izuku y lo abrazó con fuerza.

Nana: Todo estará bien, Izuku. Estás a salvo aquí.

Dijo Nana, su voz suave y reconfortante.

En ese momento, Gran Torino apareció en la sala, su mirada curiosa.

Gran Torino: ¿Qué está pasando aquí?

Preguntó, notando la atmósfera tensa.

Toshinori repitió la historia para Gran Torino, quien asintió lentamente al escuchar cada detalle.

Gran Torino: Izuku, puedes quedarte aquí esta noche. Estarás seguro con nosotros.

Dijo Gran Torino, su voz firme pero amable.
Izuku les agradeció a ambos, sintiendo una oleada de alivio.

Izuku: Gracias, de verdad. No sé cómo agradecerles lo suficiente.

Dijo su voz llena de gratitud.

Toshinori sonrió y se volvió hacia las sirvientas.

Toshinori: Por favor, preparen un baño caliente para nosotros.

Ordenó, su voz llena de autoridad pero también de cariño.

Las sirvientas asintieron y se apresuraron a cumplir la orden. Poco después, Toshinori e Izuku se encontraron en un baño cálido y relajante. Toshinori, con movimientos gentiles, comenzó a bañar a Izuku, sus manos suaves y cuidadosas.

Toshinori: Quiero que te olvides de todo lo que ha pasado hoy.

Dijo Toshinori, su voz baja y reconfortante.

Toshinori: Estás a salvo conmigo, y siempre te protegeré.

Izuku cerró los ojos, dejándose llevar por la calidez del agua y el amor de Toshinori. Poco a poco, el estrés y la tensión del día comenzaron a desvanecerse, reemplazados por una sensación de paz y seguridad.

Izuku: Gracias, Toshinori. Te amo.

Murmuró Izuku, su voz llena de emoción.

Toshinori: Y yo a ti, Izuku. Siempre estaré aquí para ti, nunca jamás volverás a sentirte así.

Respondió Toshinori, su voz llena de amor.

Después del relajante baño, Toshinori e Izuku se vistieron con ropa cómoda y se dirigieron a los aposentos del hombre. La habitación estaba cálidamente iluminada por la luz de las velas, creando un ambiente acogedor y tranquilo.
Toshinori se sentó en la cama y miró a Izuku con una sonrisa.

Toshinori: ¿Te sientes mejor?

Preguntó, su voz suave.

Izuku asintió, sintiendo una paz que no había sentido en todo el día.

Izuku: Sí, mucho mejor. Gracias, Toshinori.

Respondió, sentándose a su lado.
Toshinori tomó la mano de Izuku y la apretó suavemente.

Toshinori: Me alegra escuchar eso. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que pase.

Dijo, su voz llena de sinceridad.
Izuku sonrió y se inclinó hacia Toshinori, apoyando su cabeza en su hombro.

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