Romance medieval.

Cap.44 Inesperado.

El sol apenas comenzaba a asomarse en el horizonte cuando Midnight se levantó, su mente llena de urgencia y desesperación. Sabía que su tiempo en el palacio había llegado a su fin. Sin perder un segundo, se dirigió a la habitación de Nana, la reina madre, y comenzó a tomar todas las joyas que pudo encontrar.

Con las manos llenas de tesoros, salió corriendo de la habitación y se dirigió a los establos. Sabía que su única opción era llegar a la cabaña de Shirakumo, donde podrían planear su próximo movimiento. Montó rápidamente en un caballo y partió a toda velocidad.

El viento frío de la mañana golpeaba su rostro mientras cabalgaba, pero su mente estaba enfocada en escapar. Sin embargo, a mitad de camino, se encontró con un acantilado. Al mirar hacia abajo, el vértigo la golpeó con fuerza, y comenzó a sentirse mareada.

Midnight se detuvo, tratando de calmarse, pero los vómitos constantes debido a su embarazo la debilitaban. Se apoyó en el caballo, respirando profundamente, intentando recuperar la compostura.

Midnight: Vamos, Midnight.

Se dijo a sí misma.

Midnight: No puedes rendirte ahora.

Midnight se daba ánimos para seguir adelante, respirando profundamente para calmarse.

Midnight: No puedo rendirme ahora.

Se repetía, tratando de ignorar el mareo y las náuseas. Sin embargo, su determinación fue interrumpida por la aparición de un villano que se acercaba con una sonrisa siniestra.

Villano: Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí?

Dijo el villano, acercándose peligrosamente.

Villano: Una dama en apuros.

Midnight intentó defenderse, pero apenas tenía fuerzas.

Midnight: Aléjate de mí.

Dijo con voz temblorosa, levantando una mano en un intento de mantenerlo a raya.

El villano se rió y avanzó, ignorando su advertencia.

Villano: No tan rápido, querida. Creo que podemos divertirnos un poco.

Mientras tanto, Izuku se dirigía al castillo con la intención de encarar a Midnight. Sabía que debía enfrentarla por todo lo que había hecho. Sin embargo, al llegar al acantilado, se encontró con una escena que lo dejó helado.

Midnight estaba siendo acosada por el villano, y aunque intentaba defenderse, estaba claramente en desventaja. Sin pensarlo dos veces, Izuku corrió hacia ellos.

Izuku: ¡Aléjate de ella!

Gritó Izuku, lanzándose hacia el villano con toda su fuerza.

El villano, sorprendido por la repentina aparición de Izuku, perdió el equilibrio y cayó hacia el acantilado. Izuku, sin querer, lo había empujado accidentalmente.

Midnight, aún temblando, miró a Izuku con gratitud.

Midnight: Gracias... no sé qué habría hecho sin ti.

Izuku la ayudó a levantarse, asegurándose de que estuviera bien.

Izuku: No te preocupes. Nadie merece pasar por esto. Vamos, te llevaré a un lugar seguro.

Midnight trató de calmarse mientras escondía el bolso lleno de joyas detrás de su espalda.

Midnight: Izuku, no puedo seguirte. Tengo que irme.