Libro 2: Capitulo 6

584 62 1
                                    

El Citi Field, estadio de los Mets de Nueva York se encontraba de un lleno total, la algarabía del público era muestra de la adrenalina que los embargaba por ver al equipo jugar en casa, y los primos Carvajal en compañía de Megan Montero se encontraban en el palco a la espera del inicio del partido.

La joven de ojos grises estaba en medio de los primos con su gorra autografiada y realmente emocionada, le gustaba escaparse con ellos, porque nunca había salido con personas como ellos, su padre no lo había permitido, no en vano, era el centro de...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La joven de ojos grises estaba en medio de los primos con su gorra autografiada y realmente emocionada, le gustaba escaparse con ellos, porque nunca había salido con personas como ellos, su padre no lo había permitido, no en vano, era el centro de burlas de la universidad; aunque, no fuese una apasionada por el béisbol, al menos comprendía y lo que verdaderamente disfrutaba era estar al lado de su novio, quien la estaba enloqueciendo con su colonia y esa belleza de la que era dueño, solo lo miraba de soslayo y en algunos momentos lo rozaba de manera casual porque le tocaba disimular delante de Valentina y eso ya no le estaba gustando, quería poder abrazarlo y besarlo, inevitablemente se mordió el labio inferior y bajó la mirada a sus rodillas al recordar que estuvo a punto de convertirse en su mujer, sintiendo como la excitación germinaba en ella.

Santiago era consciente de cada movimiento de Megan, por muy leve que fuese, y él se encontraba de la misma manera, aprovechó la publicidad que le ayudaría en su cometido, ya que esta inundaría los oídos de Valentina, por lo que se acercó a ella y muy cerca del oído le susurró:

-Aún estoy maldiciendo al ingeniero de sonido... -aprovechó y mordió suavemente el lóbulo de la oreja de la chica la cual vibró íntegramente.

Tal vez si Valentina no hubiera estado concentrada en cómo calentaba el equipo, se habría dado cuenta de la actitud de su primo con Megan, o seguramente era lo que quería hacer, ya que solo pensaba en que Juliana no había ido y por eso su visión y estado de alerta estaban vetados, sabía que Santiago había hecho el intento de invitarla, de eso estaba segura y la morena era tan orgullosa que había declinado la invitación, no era un ser inseguro, nunca lo había sido, pero esta mujer empezaba a hacerle sentir lo que se sentía y debía admitir que no era para nada agradable, ese vacío, agonía y esperanza mezclados en su pecho, emociones contradictorias que la gobernaban y la hacían enfurecer con ella misma.

«Me estoy pasando de imbécil»... -se dijo en pensamientos- «¡Maldita sea! Será que sale de una vez por toda de mi cabeza»... -Soltó un suspiro y se reclinó en el asiento, cruzando los brazos sobre su pecho, sintiendo el dolor latir lentamente en su costado izquierdo, cada vez que respiraba, instalado como Juliana en su cabeza, podría decir que ella también empezaba a doler.

-Prima, ruédate... Valentina... -pidió Santiago sacándola abruptamente de sus pensamientos, encontrándoselo de pie y detrás de él estaba Juliana, al verla su corazón pareció dar un home run fuera de su pecho, era jodidamente hermosa, la traía loca, debía admitirlo, aunque ella no mostrara ninguna emoción. Siempre le habían gustado los retos, pero Juliana empezaba a ser algo casi imposible ¿o era que ella había perdido facultad? La morena le había abducido la seguridad y se suponía que debía sacarla del círculo, alejarla de ella, pero esa parte que se resistía le iba ganando la partida.

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora