Epílogo 2: Cuando el amor es total (parte 1)

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Exactamente Diez Meses Después...

-Sí, acepto... -otorgó Megan asintiendo con determinación y con una gran sonrisa que bailaba en sus labios, mientras la felicidad que la embargaba se podía apreciar fácilmente a través del brillo en su mirada.

El corazón de Santiago amenazó con reventarle el pecho y quedar expuesto delante de la multitud que los rodeaba, sin esperar que los nombraran marido y mujer agarró a su ahora esposa por la cintura y la elevó.

Megan se aferró con sus piernas a la cintura de Santiago y con los brazos le cerró el cuello, antes de que pudiese besarlo una gran lluvia de diferentes tipos de bebidas empezó a bañarlos, transparentando su sencillo vestido blanco de bodas, que le llegaba a los muslos.

Se besaron con la promesa latente de amarse hasta que la muerte los separara.

Una gran ovación cargada de excitación y adrenalina alentaba a que los novios siguieran besándose, en medio de un público enardecido proveniente de todo el mundo que se había concentrado en Sao Paulo para el Tomorrowland Brasil.

Santiago y Megan apenas se enteraron de que Brasil sería la sede del festival electrónico fijaron la fecha para su boda y él no descansó hasta encontrar la manera de poder contraer nupcias justamente como lo estaba haciendo.

Él vestía una bermuda y una camiseta sin mangas, ella con vestido blanco de finos tirantes a la altura de los muslos y una corona de pequeñas y variadas flores adornaba su cabello suelto, que la hacían lucir realmente hermosa, eso fue suficiente para unir sus vidas ante las leyes.

Casi imposible fue convencer a que las personas más importantes para ellos estuviesen presentes y para Santiago ver a su abuelo Michaél en ese lugar era apoteósico.

Megan no contó con la presencia de su padre y ella comprendía sus razones, porque el ambiente en el lugar se espesaría, al menos su madre sí acepto su paradójico matrimonio y ahí estaba disfrutando de la música electrónica junto a Takeshi más que ella misma.

Después del divorcio, ella se preocupaba por esconder a su novio de la sociedad, y ahora la veía realmente feliz, vivía como una chica de veinte años. Tal vez esa era la vida que anhelaba y que había sacrificado en el momento en que se casó con su padre tal vez esperando que todas las falsas promesas que le hizo, las cumpliera.

Megan y Santiago cerraban los ojos para evitar que las bebidas alcohólicas y quien sabe cuántas más le lastimaran, mientras sentían el líquido chorrear por sus cuerpos, pero no por eso dejaban de besarse.

La música volvió a estallar enardeciendo a los presentes que empezaron a brincar a su alrededor. Calvin Harris era el encargado de continuar con la fiesta favorita de Santiago.

Dejaron de besarse, pero él no bajó a su mujer la mantuvo cargada y empezó a brincar llenos de felicidad plena, a su lado estaban Valentina y Juliana disfrutando del evento, también empapadas porque no les dio tiempo de huir del gran baño de la multitud.

León y el abuelo Carvajal habían desaparecido a un lugar seguro, mientras Santiago y su esposa coreaban a todo pulmón:

-Puedo abrazarte, mantenerte segura hasta que duermas. No te preocupes, porque puedo darte lo que necesitas... -en medio del canto se daban besos y disfrutaban.

Megan lanzó el pequeño ramo de flores que estaba prácticamente desecho y quien se hizo del valioso presagio de matrimonio fue un italiano que orgulloso lo exhibió delante de todas las chicas que se quedaron esperando el maltrecho bouquet de rosas blancas y rosadas, mientras Megan reía divertida.

La fiesta se extendió por horas en medio del ambiente electrónico, León y los abuelos Carvajal se despidieron, ellos aunque no se opusieron al extravagante matrimonio de Santiago, sí le pidieron un poco de comprensión en el momento en que abandonaran el lugar, ya la familia se encargaría de hacerle una recepción un poco más formal.

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora