Libro 3: Capitulo 29

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Las voces de Guillermo y Valentina hacían eco en el gimnasio, mientras la Pantera arremetía con fuerza contra los protectores que el chico de los tatuajes tenía. En cada puño, patada, rodillazo o codazo descargaban adrenalina durante la práctica de Muay Thai.

-Pantera has perdido fuerza... -Guillermo le pedía más potencia a los ataques de Valentina y le golpeaba la cabeza con el protector en contraataque.

Guillermo se encontraba vestidos solamente con short de combate, mientras que Valentina además del short tenía puesto un top deportivo, ambos se movían con destreza encima del ring boxeo.

Los tatuajes que adornaban el cuerpo de Guillermo fulguraban ante el sudor y la vaselina que se aplicó previamente para que los golpes de su oponente resbalaran y no le pegara con tanta fuerza.

Valentina pateaba insistentemente contra los costados de su primo mayor que le rehuía obligándola a recorrer el ring.

-Estás huyendo, no seas maricón... -aguijoneaba Valentina riendo ahogada por el esfuerzo.

-No sabes más que patear, acércate, ponme la cara... -Guillermo hacía un ademán con el protector para que Valentina se acercara.

Valentina no le haría caso porque él se encontraba atento, pero esperaría el mínimo descuido para atacarlo y ganar el tercer asalto. En ese momento una de las vendas de los pies se le soltó y la pisó por lo que trastabilló, pero no cayó a la lona.

-Asegúrate esa mierda, no quiero que los créditos se los lleve el ring... -pidió Guillermo bajando la guardia.

Valentina se dejó caer sentada. Se quitó los guantes y empezó a asegurar las vendas protectoras de sus pies, mientras sentía la energía bullir en su cuerpo. Cada latido que retumbaba en su anatomía era la adrenalina desbocada.

-Te ha llegado contrincante Pantera... -acotó Guillermo al ver que las puertas de cristal se corrían y aparecía Santiago.

-No he venido por ningún combate, estoy en papel de espectador... -objetó Santiago acercándose al ring.

Valentina se mantuvo en silencio, tratando de poner toda su atención en asegurar las vendas y así darle tiempo a Guillermo para que hablara con su hermano. Aunque la petición que estaba haciendo no la creía prudente.

-Que espectador ni que nada, ve a cambiarte, calientas un poco y subes... -le pidió Guillermo con un tono de mando.

-Guille, no tengo ganas... -contestó con apatía.

-No es que tengas ganas Santi, te estoy ordenando que subas al puto ring y te des unos buenos golpes con Valen... -dijo de manera determinante.

-¿Qué esperas conseguir con eso?... -preguntó Valentina elevando la mirada hacia su primo.

-Que se quiten las ganas de partirse la cara que se traen. Olviden las tetas que los traen de cabeza y vuelvan a ser los primos Carvajal. No me metí antes por León, pero eso es lo que les hace falta y es lo que harán... -sentenció quitándose los protectores y lanzándolos al suelo.

-Yo no voy a comportarme de esa manera Guille... -intervino Santiago que no estaba dispuesto a hacer algo tan absurdo.

-Lo vas a hacer ¿o le tienes miedo a Pantera? ¿Te has vuelto maricón ahora?... -inquirió con la única intención de animarlo.

-Ni lo uno, ni lo otro. Sabes que Pantera nunca ha sido pelea para mí... -dijo con suficiencia.

Valentina hizo un bufido de burla ante la estupidez que Santiago acababa de proferir.

-Puedes burlarte todo lo que quieras, pero sabes que no eres más fuerte que yo...

-De qué te sirve ser fuerte, si con mi rapidez no te dejo tiempo a que me toques... -azuzó Valentina ante la espina que acaba de clavarle Santiago.

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora