Libro 4: Capitulo 17

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No era nada placentero despertar con gotas de agua cayéndole sobre la espalda y mucho menos sentir los pies adoloridos, porque haber usado tacones y mantenerse en pie por tanto tiempo le pasaba factura.

-¿Qué haces despierta tan temprano?... -preguntó Juliana con voz risueña y se cubría de pies a cabeza con el cobertor para evitar que Valentina siguiera haciendo travesuras.

-Son pasadas las dos de la tarde... -la ojiazul haló el cobertor y se sacudió los cabellos con energía para que más gotas cayeran sobre el cuerpo de su mujer- Es hora de que te levantes, comer algo y te prepares para el compromiso que tenemos pendiente. Yo voy al apartamento porque aquí no tengo ningún traje para la ocasión...

-¿Tenemos que ir?... -preguntó con desgana, abriendo un solo ojo.

-Sí, tenemos que ir. Te comprometiste...

-Ay Val, la verdad no quiero ir... me duelen los pies... -chilló las últimas palabras abrió los ojos y le agarró una mano a su carioca que se encontraba de rodillas sobre la cama con una toalla alrededor de las caderas y sobre su piel latina vibraban las gotas de agua. La haló hacia ella- Además, no me diste el cierre con broche de oro...

-No fui yo la que se quedó dormida en el auto... -le recordó Valentina acomodando su cuerpo sobre el de ella.

-Me hubieses despertado y estoy segura que habrías sabido cómo hacerlo... -aseguró la morena cerrándole el cuello a Valentina con sus brazos y su mirada impúdica buscaba los labios su carioca.

-Ciertamente cuento con la habilidad para hacerlo, pero por encima de mis ganas, no me gusta abusar de las mujeres, prefiero la entera y total participación de mi compañera... Sexo a medias no es sexo. La idea no es sembrar ganas, la idea es acrecentarlas, aumentar esa excitación que nace en ti por instinto, es una contrapartida...

-Tienes razón, tal como en este momento, no tienes idea de lo que me ha excitado verte mojada en mi cama... -confesó Juliana luchando con el edredón para abrirse de piernas bajo el cuerpo de Valentina.

La brasileña se percató de la lucha que llevaba a cabo la diseñadora y la ayudó dándole jalones al edredón que poco a poco iban dejando al descubierto su tibio y desnudo cuerpo.

-Entonces podemos abrir el día con broche de oro... -sugirió Valentina recorriendo con sus manos los muslos de Juliana que se erizaban ante su toque y esa sensación para la ojiazul era maravillosa. Vivir el despertar de cada poro de la piel de su mujer.

-No hay nada que quiera más. Estoy ansiosa por desayunarte... -Juliana se mordió el labio sin siquiera tratar de disimular las ganas que sentía por su mujer.

-Y yo quiero que me desayunes por entero... -le pidió la ojiazul mientras iba en busca de los labios de su mujer, pero Juliana no permitió que la besara y se removió bajo el cuerpo de Valentina instándola a que le liberara el cuerpo.

La brasileña así lo hizo, se acostó boca arriba en la cama. La diseñadora ansiosa y juguetona le quitó la toalla, mientras se relamía y mordisqueaba los labios; sus pupilas le anunciaban a Valentina cual sería el destino que tendría su boca, la que a los pocos segundos se apoderó de su miembro y la brasileña le regalaba sonrisas cargadas de satisfacción y deseo, las cuales se interrumpían de vez en cuando por jadeos, gruñidos y pedidos.

Ese fue el inicio para una nueva y ardorosa entrega, de esas que protagonizaban los fines de semanas Valentina y Juliana. Donde los problemas de la fiscal se reducían a nada entre los besos y abrazos de su diseñadora.

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La sucursal del grupo EMX en Nueva York tenía su encuentro anual de Paintball y este año contaban con la presencia del presidente León Carvajal que se encontraba compitiendo en compañía de dos de sus hijos.

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora