Libro 2: Capitulo 14

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Santiago observaba divertido cómo Valentina mantenía una lucha con el corbatín y trataba de contener la risa, mientras los movimientos torpes de su prima empezaban a exasperarlo.

-¿A dónde la llevarás?... -preguntó tratando de desviar la mirada del nudo que Valentina hacía.

-Al Per Se... -contestó tratando inútilmente de armar el lazo- ¡Maldita cosa!... -exclamó dándole un tirón y liberándolo del cuello de la camisa de seda blanca.

-Si quieres te presto uno de los míos, que ya vienen armados... -Santiago no era de los que se complicaba con esas prendas, siempre buscaba lo más fácil.

-Por favor, porque esta mierda me va a hacer perder los estribos... -Se dejó caer sentada sobre la cama para colocarse los zapatos.

Santiago salió de la habitación en busca del corbatín. Regresando a los minutos con varios de diferentes colores.

-Me parece que el gris va mejor, porque con el negro parecerás una camarera... -la aconsejó entregándoselo- Entonces, otra noche que no te espero para dormir, deberías mudarte de una vez por todas con Juliana, quién iba a pensar que Valentina Carvajal, la presidenta de la firma de abogados más importante de Nueva York y fiscal del distrito de Manhattan, terminaría de refugiada en el apartamento de una diseñadora... -hablaba en tono de burla.

-Para tu mala suerte, esta noche la traigo al apartamento, así que te recomiendo antes de dormir coloques Vivaldi

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-Para tu mala suerte, esta noche la traigo al apartamento, así que te recomiendo antes de dormir coloques Vivaldi... -dijo la ojiazul mientras se ajustaba las mancuernas en los puños de la camisa.

-Para qué hablé... -masculló arrepentido Santiago.

-Bien, me largo, no quiero llegar tarde... -dijo agarrando la chaqueta, se la puso y se fue a la salida.

El tercer piso del complejo Time Warner en Columbus Circle, lugar donde se encontraba el exclusivo restaurante de estilo francés, Per Se, les daba la bienvenida a Juliana y Valentina.

Valentina guiaba a Juliana y aún de soslayo le dedicaba miradas fugaces a la morena, la cual verdaderamente la había impresionado, llevaba un hermoso y elegante vestido blanco con un peinado que la hacía lucir más alta, se veía hermosa, pero debía guardar sus ganas para el final de la noche.

Valentina guiaba a Juliana y aún de soslayo le dedicaba miradas fugaces a la morena, la cual verdaderamente la había impresionado, llevaba un hermoso y elegante vestido blanco con un peinado que la hacía lucir más alta, se veía hermosa, pero debía...

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Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora