Libro 3: Capitulo 19

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Adrenalina pura recorría el cuerpo de Valentina y no encontraba la manera de drenarla. Tenía que mantenerse impasible y ser completamente objetiva, cuando lo único que quería era sacarles a golpes las palabras que Emiliano Álvarez, Macario Borden y Marcos Borden, no dejaban salir.

 Tenía que mantenerse impasible y ser completamente objetiva, cuando lo único que quería era sacarles a golpes las palabras que Emiliano Álvarez, Macario Borden y Marcos Borden, no dejaban salir

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Se mantenían en un silencio que provocaba que su sangre se espesara, poniendo al límite su paciencia. Creían que el hecho de no mirarse o no hablar les evitaría que ella los acorralara hasta las últimas instancias. Sabía que solo era cuestión de tiempo. Contaba con pruebas de que sí se conocían. Solamente quería que ellos se lo confirmaran y que dejaran de jugar a los malditos desmemoriados.

-Señor Macario Borden, mire al señor Emiliano Álvarez, usted dice no conocerlo, ¿está seguro de esa respuesta?... -inquirió con voz parca. Aunque quería tratarlos como las ratas que eran, debía mantener el protocolo como fiscal.

Macario Borden de cabellos castaños, piel clara, aunque curtida por el poco cuidado con que la trataba y ojos color azul, desvió la mirada a Emiliano Álvarez quien lo encaró

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Macario Borden de cabellos castaños, piel clara, aunque curtida por el poco cuidado con que la trataba y ojos color azul, desvió la mirada a Emiliano Álvarez quien lo encaró. De eso se trataba el proceso de careo, ponerlo uno frente al otro y que alguno cometiera el mínimo error.

 De eso se trataba el proceso de careo, ponerlo uno frente al otro y que alguno cometiera el mínimo error

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-No recuerdo conocerlo, nunca mantuve una amistad con este hombre como su señoría indica... -dijo con su voz adusta, tratando de ocultar ese nerviosismo que el temblor de sus manos delataba.

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora