Libro 2: Capitulo 13

381 57 1
                                    

Aunque algunas veces Valentina pareciera una máquina sexual, definitivamente no lo era, no era más que una persona al cual el cansancio también consumía, la noche anterior no pudieron rendir lo que deseaban, la extenuación salió vencedora cuando después de un par de encuentros, en los cuales Juliana alcanzó cuatro orgasmos, terminaron por quedarse dormidas a las tres de la madrugada, al despertar Valentina no estaba a su lado, una vez más llegaba y se iba como una ladrona, la cual le arrebataba la cordura y una sensación de vacío se ancló en su pecho, porque había anhelado despertar y encontrarla dormida, verla de esa manera era su faceta más vulnerable, donde parecía una niña que la invadía de ternura, pero también era la persona que le despertaba los deseos más carnales.

Después de un baño con agua bien fría y que debía soportar dando saltitos que la animaran a continuar bajo la regadera, sabiendo era el justo sacrificio para mantener su piel tonificada, se dirigió al clóset donde se colocó un pantalón de vestir blanco y una blusa turquesa de seda con unas cintas de la misma tela que hacían un lazo en el cuello y los puños cerrados con botones de perlas, era uno de sus diseños, eligió los zapatos que más apreciaba, eran en los que más había gastado, pero desde que los vio simplemente se enamoró, eran unos Stuart Weitzman negros que le hacían lucir los pies maravillosos.

Llegaba a la boutique y bajaba del auto cuando Lucia y Mauricio llegaban, era como si hubiesen acordado encontrarse en ese momento, el hombre se encargó de abrir y las chicas entraron encendiendo las luces y empezaron a organizar sin perder tiempo, a los minutos llegó la señora Amparo, que se encargaba de la limpieza, y Daniela.

Juliana le delegó a Daniela su trabajo de buscar en el depósito algunas prendas y colgarlas en los aparadores, para ir a su oficina y organizar la información que debería enviarle al contador, además, hacer vía electrónica los pagos de algunos servicios públicos.

Recordó que no había llamado a Valentina y la ojiazul tampoco lo había hecho, seguramente estaría en la fiscalía y aunque ansiaba escuchar su voz no quería irrumpir en su rutina laboral, no quería sofocarla, su mirada se desvió del monitor al ser incitada por la persona que se encontraba en la puerta y que Mauricio atendía, al parecer firmó algo y el hombre se marchó.

La boca de Juliana se abrió involuntariamente al ver que un ramo con piernas se acercaba a la puerta y que esta vez no eran rosas, se puso de pie adivinando que era para ella, porque si hubiese sido para Lucia ella lo hubiese recibido.

Mauricio cargó el inmenso ramo y se encaminaba a las escaleras, cuando ella salió y bajó rápidamente, sin ser consciente de que se comportaba como una adolescente deslumbrada, y no era para menos, porque era el arreglo más hermoso que alguna vez hubiese visto, eran exóticas y hermosas orquídeas que inundaban no solo con su belleza, sino con su aroma el lugar.

Mauricio cargó el inmenso ramo y se encaminaba a las escaleras, cuando ella salió y bajó rápidamente, sin ser consciente de que se comportaba como una adolescente deslumbrada, y no era para menos, porque era el arreglo más hermoso que alguna vez h...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-No sé qué le estás haciendo a estas personas, Juliana... -dijo Mauricio sonriendo, sintiéndose orgulloso de la chica- Porque esto definitivamente no es de Rodrigo, ya sabemos que lo de él son las rosas y las orquídeas en su mayoría se dan en Colombia, Venezuela y Brasil, yo solo conozco a alguien de uno de esos tres países...

Dulces Mentiras Amargas Verdades (Saga completa) Juliantina g!p adapt.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora