30. ¿Normalidad?

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Haré un breve resumen de lo que pasó durante los meses siguientes: una vez al mes visitaba a la psicóloga, la cual no me hacía sentir muy bien. Seguía estudiando lo que podía e intentaba aprobar. Sobrevivía a los compañeros de clase y, a veces, a mi familia, que solía montar muchos escándalos. Me dejé crecer el flequillo, que no me gustaba nada; pero primero tuve que convencer a mi madre para que me dejara, ya que era otro de los motivos del acoso. De vez en cuando quedaba con mis amigas del momento, me compraba libros y los leía, y también escuchaba música. También tenía que decir que estaba feliz porque se acababa el curso.

–Ahora daremos el último tema que nos toca –comentó la profesora de arte/plástica–. Es el que menos esfuerzo hace falta para aprobar: fotografía.

Me ilusioné bastante, me encantaba el tema de la fotografía. La profesora comenzó a poner la diapositiva que preparó para la explicación.

Cuando estaba explicando, nos quedamos con cara de póker, no entendíamos ni patata.

–Ahora os pondréis por parejas para hacer las fotos del trabajo. Pero no os ilusionéis, que las he hecho yo.

Pasó lo que ya temíamos: me tocó con gente con la que no quería trabajar. Me acerqué a la profesora para decirle que no quería hacer el trabajo con el chico con el que me tocó, que quería hacerlo sola. Ella habló con el muchacho y montó un drama diciendo que no me había hecho nada. «Últimamente no me has hecho nada, pero antes sí». «No te inventes mierdas».

Acabamos haciendo el trabajo los dos juntos. Fue bien. Aprobamos con una buena nota, un 8.

Una semana después, acabamos 2º de ESO. Me quedé tranquila, sabía que el curso siguiente volveríamos a ser una sola clase y habría más probabilidad de que me tocara con la gente que me caía bien (o sea, el 100%).

Me encontré con Alexa en la salida.

–¿Irás a la fiesta de fin de curso?

–Claramente.

–Perfecto. Tengo que hablar contigo. ¿Te apetece quedar antes?

–Vale, me parece bien.

Me acojoné un poco; Alexa nunca me decía «tengo que hablar contigo» en ese tono. Algo debía haber pasado.

Sabía que Carla, Manolo y los demás irían a la fiesta, así que les tuve que contar por qué no iría con ellos.

–Estoy volviendo a hablar con Ariel.

–¿Qué?

–Sí, estoy hablando con ella otra vez. Volvemos a ser amigas. Dice que se arrepiente.

–Eso no puede ser bueno.

–Alex le obligó a traicionarte y dejarnos de hablar.

–¿En serio? Buah, me siento tan mal.

Un rato después vino Ariel.

–Ya veremos cómo acabará nuestro grupo el próximo curso. Alex, Adrián y Lucía siguen calentitos porque se enteraron de que te lo dije. No sé con quién juntarme este verano, es más, no sé si saldré.

–Este verano será difícil para quedar y hablar todos. Algunos se irán de vacaciones y cuando vuelvan, otros se irán. Mejor hablar cuando empiece el siguiente curso.

–Pero no me puedo creer que ya nos falten solo dos años para salir de aquí. Espera, es verdad. Alexa, ¿no tienes una prima que estudiaba aquí?

–Sí, Eva. Ahora está estudiando peluquería en Zaragoza.

–Pregúntale qué tal le fue en 3º y 4º, y si hace falta agobiarse mucho.

–Ya me dijo el otro día que 3º es el curso más difícil de todos. 4º es más fácil porque la mitad de las asignaturas son optativas. Al ser asignaturas que tú eliges, te gustan más.

–A saber lo que nos espera.

En la fiesta nos aburríamos bastante. Solo estábamos viendo cómo la gente de otros cursos bailaba y hacía el idiota.

Me acabé yendo a casa antes que los demás.

–¡Espera! –Oí que alguien me llamaba cuando pasaba por la puerta del recinto del colegio. Entonces me di la vuelta y era Thomas. –Tienes suerte de que Ariel vuelva al grupo. Simplemente, ella habló conmigo y me lo contó todo. Presiento que el año que viene será mucho mejor respecto a los años anteriores con el tema de tus compañeros. Cuídate y feliz verano.

Mi querida amiga Alexa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora