10. Fuera de casa

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Ellas seguían en el parque esperándome. No se dieron cuenta de que me acercaba cuando empezaron a hablar de mí. No les dije que estaba allí; simplemente procedí a espiarlas.

–Es que no sé por qué tiene que venir la tía esa –dijo Lucía. –Ni siquiera sé qué hace en el grupo de tías. Menos mal que no está en el grupo que tenemos con Adrián y Alex.

–No se enteraría si quedamos –dijo Alexa.

–Esa es la gracia, ¡no quiero que ella se entere! El grupo en el que ella no está es mejor. Me caen mal las acopladas como ella. Tuvo que pedir permiso para venir con nosotras.

–Lea y yo nos hemos acoplado y nadie se ha muerto –intentó defenderme Lara.

–¡Pero vosotras me caéis bien! No como ella. Ella se acopló porque sí.

–Ella no se ha acoplado porque sí, le dije yo que viniera. Estaba en un ambiente muy tóxico y la quise sacar de ahí –me defendió Alexa, tan maja como siempre.

–Pero tendrías que haberlo preguntado antes al resto. Seguro que a las otras les parece mal –dijo, haciendo referencia a Ariel, Lara y Lea.

–A mí me parece bien –dijo Ariel, haciendo que Lucía la mirara mal. –Siempre me ha caído bien.

–Pero tía, ¿cómo puedes decir eso? Me has ofendido.

–No seas dramática. Y antes de que preguntes si a nosotras dos –Lara y Lea– nos parece bien... Si lo vemos bien. Antes tuvimos nuestros conflictos y no fue hasta hace poco que vimos que lo que hicimos estaba mal. Solo queremos arreglar las cosas con ella.

–O sea, estoy yo sola contra 4. Ya no me apetece quedar. Además, llevamos casi 2 horas esperando a Irene. Me voy a mi casa.

Lucía se fue enfadada y las otras se quedaron calladas hasta que una de ellas rompió el silencio.

–Voy a llamarla. Dudo que le falte mucho para llegar.

Salió en mi pantalla la llamada entrante de Ariel y mi tono de llamada delató que estaba detrás de ellas.

–¿Cuánto tiempo llevas aquí?

–El suficiente para darme cuenta de que Lucía es falsa. A mí me cae mal desde hace no sé cuánto tiempo.

–Y a mí. Solo me junto con ella por mi primo –confesó Alexa.

–Aparte de Lucía, también me cae mal Alex y Adrián a medias.

–Te entiendo, a veces son muy tiquismiquis. –No sabía lo que Ariel quería decirme. –Te lo prometo. Llevo juntándome con ellos desde hace años y son muy raros. Lucía también es rara.

–Me lo dices o me lo cuentas. Te creo, te creo.

Estuvimos un rato hablando de nuestras cosas.

–Me está llamando mi madre, ¿puedo cogerlo?

–Claro, claro, será algo importante.

–Dime, mamá.

–¿Tú sabes qué hora es? –Me gritó desde el otro lado del teléfono. –Ven ya.

Entonces colgué.

–Bueno, chicas, me tengo que ir. Es muy tarde. Me lo he pasado bien.

–¿Cómo que tarde? Si solo son las 20:55.

–A ver, Alexa, que tú te vayas a la cama a las 2 de la madrugada no significa que el resto de las personas que habitan este planeta también.

–A ver, Ariel, tengo mis traumas, ¿vale? Por eso no me gusta dormir.

–¿Qué traumas? –Preguntó Ariel con una sonrisa en la cara.

–No lo quiero decir –nos dijo con vergüenza. Al parecer, será un trauma fuerte. –Además, tú ya los sabes.

Todas nos quedamos calladas sin saber qué decir. No sabía que Alexa tenía un trauma. Ni yo ni nadie.

Después de eso, todas nos fuimos a casa. Nadie se despidió después de aquellas palabras de Alexa.

–¿Qué tal la primera vez quedando con tus amigas? –me preguntó mi madre nada más llegar a casa.

–Bien. –No estaba muy convencida de que fuera verdad. Esperaba que mi madre no me pillara mintiéndole. –¿Por qué la gente tiene traumas?

–Es un choque emocional que deja efectos negativos en la vida de la persona. ¿Por qué lo preguntas?

–No sé. –Mentira cochina. –¿Tú tienes alguno?

–No, ¿y tú?

–No lo sé. Creo que no.

–Lo tendrás 100%, porque con lo bien que lo pasas en clase –dijo con sarcasmo. –Pero ahora en serio. Dime por qué preguntas lo del trauma.

–Antes de volver a casa, Alexa dijo que tenía un trauma a dormir.

–¿Y eso?

–Que se va a dormir muy tarde porque no le gusta.

–¿Y no duerme?

–Sí, pero muy poco. Ya sabes, por su trauma.

–¿Cuál es el trauma ese?

–Ni idea. No lo ha dicho.

Ya en la cama, empezaron a llegar las notificaciones. Silencié el teléfono para poder dormir tranquila.

Alexa_22:59
Irene, ¿ya estás en la cama?

Alexa_23:05
Ya veo que sí.

Alexa_23:05
Igual te voy a enviar esto para que lo sepas.

Alexa_22:07
Sí, tengo un trauma. Ariel ya lo sabía, pero Lea, Lara y tú no. Solo te voy a explicar esto a ti porque contigo tengo confianza. Con ellas dos también, pero no tanto como contigo.

Alexa_23:07
Un verano hace un año entraron a robar a mi casa por la noche y me robaron al perro. Un perro al que le tenía mucho cariño. No me gusta irme a la cama pronto porque siempre pienso que me van a robar al cachorro, al hijo del perro robado.

Alexa_23:07
Te sonará una tontería, pero te juro que para mí no lo es. Echo de menos a Firulais Senior.

Alexa_23:08
El pequeño se llama Firulais Junior, por si lo quieres saber. Tenía una semana de nacido cuando robaron a su padre.

Alexa_23:08
La madre de Firulais Junior se murió en el parto. O sea, está huérfano el pobre.

Alexa_23:09
Mejor dejo de enviarte tantos mensajes de mis Firulais. Seguro que te despierto con tantos mensajes.

Alexa_23:10
Buenas noches. 😘

Alexa_23:10
Mañana hablamos.

Alexa_23:10
Ya me responderás cuando despiertes. Ahora no.

Mi querida amiga Alexa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora