32. Dos años para la graduación

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Mes de septiembre

Este curso íbamos a empezar 3º de secundaria, el más difícil según nos han dicho. Nunca he suspendido una asignatura, pero me daba bastante miedo que este año me quedaran unas cuantas.

Ya olía a libros nuevos, y me gustaba estrenar todo el material escolar. Quizás eso era lo único que me gustaba de la vuelta a clase.

No sabía si mis supuestas amigas me iban a hablar este curso, ya que no nos hablamos en los últimos tres meses. Opté por fingir que nada pasó durante el verano y hablarles el primer día. No quería empezar el curso mal con ellas, después de haber deseado todo el curso pasado estar en la misma clase.

–¡Buenos días, chicas! –me acerqué corriendo a saludarlas cuando las vi–. ¿Qué tal todo? No hemos hablado nada durante el verano.

–Nosotras bien –dijo Lara–. Estábamos contando nuestro verano a Alexa. Solo hemos socializado entre nosotras y nuestras familias. Nadie más. ¿Y tú?

–Lo mismo. Solo he hablado con mi familia y, quizás, con alguien que me encontré por la calle. Alexa, ¿estás bien?

–Sí, eh... Todo bien este verano.

–Alexa, ¿estás segura de que todo está bien? Te noto un poco mal.

–Todo el grupo estuvo en mi piscina la semana pasada, y Lucía nos dijo que empezó a llevarse bien con gente de un curso menor.

–¿No se juntará con el grupo de Mía? Los de su grupo no sé cómo son, pero esa muchacha me cae tan mal... Se nota que ella es la "jefa" del grupo.

–No, se junta con chicas que son súper pijas. Además, una de nuestra clase se junta con ellas.

–Espero que les vaya bien. No tengo nada en contra, mientras no molesten.

–Pero, ¿cuál es el problema de que se hable con otra gente?

–Ahora no nos habla.

–Una menos para molestar –dije entre risas.

–No, es que hay más. ¿Os acordáis de que secuestraron a Firulais Senior y me sentó fatal? –Lara y Lea se enteraron en ese momento.–Fue el padre de ella quien lo secuestró. Me lo dijo la semana pasada, el último día que vinieron a mi piscina. Ella siempre quiso un perro y sabía que yo tenía uno grande y uno recién nacido. A ella no le gustan mucho los pequeños por si no los cuidaba bien y los mataba accidentalmente. Su padre entró en mi casa de la huerta una noche y me quitó a Firulais Senior.

–Qué hija de puta.

–¿A qué sí?

–Pero esperad, que hay más.

–¿Hay más?

–Cuando me lo dijo estábamos solas, ya que el resto se había ido a su casa. Luego, ella me dijo que se iba a cambiar porque llevaba el bañador puesto, y yo me senté en las escaleras de mi casa con el móvil para escribirle a mi madre que el perro lo tenía Lucía. Entonces recordé que tenía el cargador fuera y que me quedaba un 11% de batería. Cuando salí a cogerlo, la vi intentando tirar a Firulais Junior al agua. Ella sabe que él no sabe nadar. Llegué y pude sacar al perro del agua de milagro antes de que se ahogara. Lo llevamos al veterinario, ahora está de maravilla.

Vimos en su cara mucha rabia, mucha pena por traición.

–No le hablarás, ¿no? No serás capaz de perdonar una segunda traición, ¿verdad? No seas tonta.

–Te recuerdo que a nosotras dos nos perdonaste dos veces.

–Pero tranquilas, que a la tercera va la vencida y ya no os perdonaré.

Mi querida amiga Alexa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora