Mi querida amiga Alexa [Completa]

56. Graduación

Pues resulta que en el examen de historia, que pensaba que sacaría un 6, acabé sacando un 4. No me dio pena ni nada, ya que tenía una buena media. Lo que sí quería era sacar ese 8 en educación física, que era el último examen del curso.

–Bueno, aquí tenéis las notas –dijo el profesor, empezando a repartir uno a uno el examen corregido.

–¡Alexa! ¡He sacado un 8,50! El 8 que te dije y medio punto más por ser tan guapa.

–Ya ves, Irene. Estudiaste bastante, ¿no?

–Qué va. ¿Sabes? No me quito de la cabeza la canción "Sense Tu" desde que hicimos el trabajo.

–Podría ser nuestra canción, la canción de nuestra amistad. Es que también me recuerda a ti.

–Qué mona. Me parece bien.

–Bueno...

–¿Bueno, qué? Voy a seguir insistiendo. Desde que volviste a hablar con Lucía, te veo peor.

–No me alejaré de ella otra vez.

–Alexa...

–¿Tú te alejarás del grupo ese? ¿Dejarás de ir al gimnasio con Mia y Olivia?

–No tengo planeado nada de eso.

–Pues yo tampoco me alejaré de Lucía.

–Bueno, vale.

–Tengo una pregunta para ti y quiero que me seas sincera. Si de un día para otro muriera, ¿cuánto tiempo tardarías en superarlo?

–Pero Alexa, ¿qué pregunta es esa? ¿Qué quieres decir?

–Nada, nada.

–¿Todo bien?

–Sí.

–Si fuera todo bien, no me habrías preguntado eso.

–Solo era curiosidad.

–¿Tienes cáncer o algo por el estilo?

–No.

–¿Segura? –Alexa no dijo nada, solo asintió. –No hagas nada de lo que puedas arrepentirte, ¿me oyes?

–Sí, sí.

–Quiero que llegues viva a la graduación, que es la semana que viene. Hoy nos dan las notas, verás que hemos aprobado todo.

Notas de 4º: media 7,40
E.F.: 6
Religión: 9
Plástica: 8
Música: 9
Informática: 9
Geografía e Historia: 6
Lengua: 6
Matemáticas: 9
Inglés: 6
Ciencias Aplicadas a la Actividad Profesional: 9
Catalán: 6

Tanto Alexa como yo sacamos buenas notas y nos aseguramos de poder entrar en nuestros futuros estudios. Junto a todos nuestros compañeros, que no repitió ninguno, nos graduamos un jueves por la noche. Muchos quisieron decir unas palabras, pero algunos nos quedamos en blanco y no dijimos nada.

–Seremos libres y eso lo tendremos que celebrar.

–Tenemos muchos kilómetros por vivir.

–¿Sabéis cuánto tiempo ha pasado ya? Ese tiempo no va a volver. Nada volverá a ser como antes.

–Caminad, que hay que seguir.

Al final nos reunimos todos en el patio para hablar de nuestras cosas y ponernos emotivos.

–Por si alguien no te lo ha dicho, estoy orgullosa de ti.

–Yo también lo estoy de ti. Alexa... Te echaré mucho de menos.

–El 31 de julio, dentro de un mes, es mi cumpleaños. Haré una fiesta con toda la familia y mis amigos más cercanos. Estás invitada.

–Gracias...

–Ahí te espero. Me tengo que ir.

–¿Tan pronto? Bueno... Hasta dentro de un mes, supongo...

–Últimamente la noto rara – comentó Thomas mientras se acercaba, a la vez que Alexa se iba.

–Yo también, pero no me quiere decir nada.

–No le agobies, cada cosa a su tiempo. Yo me jubilo ya.

–¿Qué?

–Que me jubilo. No quería contároslo para no preocuparos ni nada.

–Vaya...

–Alexa está rara y tú poco habladora. Ya veo... Esto da mala espina.

Me di cuenta de que no silencié el móvil antes de la graduación. Empezó a sonar en ese momento. Me alejé de Thomas y lo cogí.

–¡Hola! ¿Qué tal la graduación? – se interesó Manolo –. Ahora pasaré a buscarte con el coche.

–Vale. Hasta ahora. Thomas – colgué el teléfono –. Vendrá mi padrastro a buscarme.

–Fue un placer tenerte de alumna.

–Y a ti como profesor.

–Espero que puedas publicar ese libro que tantas ganas tenías de hacer.

–¿Escribir un libro? ¿Por qué?

–¿No te acuerdas? En pandemia te pregunté qué querías ser de mayor y me respondiste que te gustaría escribir un libro.

–Ah, vale. Ya me acuerdo. Aún no sé cómo empezar.

–Tiempo al tiempo. Ya te vendrá la inspiración. Tendremos que dejar de hablar, mira quién ha venido a buscarte.

–Gracias por todo. Has sido un gran profesor. Hasta la vista.