49. Últimas navidades

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El ritmo de las cosas había cambiado tanto en los últimos meses. Las dinámicas entre amigos, los nuevos planes y la rapidez con que pasaba el tiempo me tenían un poco descolocada. Aún así, parecía que todo se acomodaba poco a poco, a pesar de las tensiones y las sorpresas que llegaban.

Las vacaciones de Navidad estaban aquí, y aunque no tenía grandes planes, me sentía tranquila con la idea de tomármelas con calma. Estaba viendo videos en mi cama cuando llegó el mensaje de Mia. La petición de acompañarla al gimnasio me hizo dudar, pero después de hablar con mi madre, decidí que sí. Al fin y al cabo, probar no costaba nada.

El 29 de diciembre nos encontrábamos en el gimnasio, firmando papeles y preparándonos para empezar. La monitora nos explicó todo con una sonrisa, y aunque estaba un poco nerviosa, traté de mantener la calma. No tenía claro si iba a disfrutar del gimnasio, pero lo intentaría.

Después de entregar el papeleo, Mia y yo decidimos salir a encontrarnos con Ariel, Claudia y Diego. Nos dirigimos al supermercado, y la emoción de las navidades nos llevó a hacer una travesura: robamos bombones. Fue una acción impulsiva y emocionante, y aunque no lo recomendaría, debo admitir que no fue un desastre. Una vez fuera, la conversación se desvió hacia temas más personales.

La discusión entre Diego y Claudia fue inesperada. No entendía bien por qué Diego no quería mostrar la foto de su pareja a todos, pero al mismo tiempo, Claudia no debía haber reaccionado tan agresivamente. La intervención de la amiga de la madre de Claudia fue oportuna, y al final del día, Diego se fue a su casa y nosotras tres nos quedamos hablando hasta que la tía de Mia pasó a recogerla.

A la mañana siguiente, me sorprendí al darme cuenta de lo rápido que había pasado el año. Miraba el calendario y pensaba en cómo había cambiado todo desde el principio del 2023. El 30 de diciembre, mientras mis padres y Carla se preparaban para irse a la huerta de Antonio a celebrar el Año Nuevo, recibí un mensaje de Alexa invitándome a pasar la tarde con ella y su grupo de amigos, seguido de una cena ir al kebab con Ariel. Aunque solo me atreví a salir a cenar.

La tarde fue relajada, y el tiempo con Alexa y Ariel fue agradable, aunque la conversación tuvo sus momentos de pausa. Fue un buen cierre para el año, aunque en el fondo, sentía que aún estaba ajustándome a las nuevas circunstancias y relaciones.

–Bueno... –empecé a decir, tratando de romper el silencio incómodo.– Será la última vez que nos veamos este año. Cuando volvamos a clase ya será 2023. ¿Tenemos que confesar algo?

–Vale, yo soy lesbiana. –Ariel dijo con una sonrisa.

–Bueno, yo estoy saliendo con Álvaro. –Alexa sorprendió a las demás.– Él es el hermano de Alba, la chica de mi grupo que es rubia de bote. Tiene veintiuno, es seis años mayor que yo.

–Lo de las confesiones era de coña. –Reí, sintiéndome un poco más relajada.– ¿Digo algo? Pues... Iré al gym con Mia. No iré por gusto, iré para no dejarla mal.

El ambiente se tornó más relajado con las confesiones y las bromas. A medida que la tarde se acercaba a su fin, las conversaciones fueron fluyendo mejor. La cena con mis amigas fue una forma agradable de terminar el día, y a pesar de que iba a pasar el Año Nuevo sola, me sentía en paz con cómo había terminado el año.

El 2023 prometía ser un año lleno de cambios y nuevos comienzos. No sabía qué me depararía, pero al menos estaba dispuesta a enfrentar lo que viniera con una actitud positiva y abierta.

Mi querida amiga Alexa [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora